«Y después nadie supo saltar por los sueños que se hundieron allá». Esta frase de la canción No volvieron más, de Callejeros, podría ser la explicación de lo que motivó a Julio Gaitán a organizar este desafío: «Estaba en Puerto Deseado cuando pasó lo del submarino. Me invadió la impotencia, me sensibilicé mucho y en lo particular me abordó una sensación mezclada. Pensé qué injustos somos porque nos manifestamos por muchas cosas pero guardamos silencio con lo del ARA San Juan, me impresionó mucho. Nadie salió a la calle ni a preguntar qué pasaba y eso generó en mí una angustia y una necesidad de hacer algo».
El Desafío ARA San Juan será el domingo 23 de marzo pero comenzará este sábado en la estancia La Marina, en el departamento Corpen Aike, Santa Cruz. Los nadadores acamparán en la estepa patagónica y al día siguiente habrá 20 deportistas que realizarán la totalidad de la travesía 100 kilómetros río arriba; a los 50 km se sumarán otros 30, cuando falten 20 km otro grupo de diez y en el tramo final de 10 km saldrá el último pelotón.
Gaitán empezó con esta travesía: nadó 37 km y después hizo 44, pero siempre fue por más. «Después de la pandemia nadamos 400 km el río completo y siempre nos queda pendiente poder transmitirlo más. Siempre estuvimos en contacto con los familiares, pidiendo permiso. Lo primero que le pido a los que van a participar es que no lo vean como una actividad deportiva. A mí me costó muchísimo construir esto, por eso me tomo el tiempo de hablar con los nadadores, que no es importante lo que hacemos nosotros sino el mensaje que tenemos para dar. Creemos que la familia necesita saber realmente qué pasó», sentenció el organizador.
«No he visto muchos homenajes»
Atenta escuchaba Susana Coria, la madre de Fabricio Alcaraz, el único puntano que viajaba en el submarino que desapareció el 15 de noviembre de 2017. «Cuando viajé a Santa Cruz el año pasado a un homenaje que nos invitaron, ahí apareció Julio y nos comentó de la travesía que estaba haciendo en homenaje a los chicos y me pareció espectacular. No he visto muchos homenajes, los que hay son en el sur, también está la Maratón de Caleta Olivia. Nos da mucho orgullo lo que hacen y nos da fuerzas para seguir, afirmó Coria. Con respecto al apoyo externo también dijo: «Es algo que no se entiende, siempre pensé que nadie se unió cuando se perdió el submarino, no se hicieron marchas ni nada, solamente los familiares. Hice una o dos marchas en San Luis pero me acompañó muy poca gente. Acá hicimos un mural en homenaje en el lugar donde vivía Fabricio. Todas las iniciativas las tiene la familia para que esto siga, para que se vea, para que no se olvide».
La mamá del Cabo Primero Alcaraz contó que por un tiempo los familiares cobraron el sueldo de los tripulantes, pero el año pasado se les dejó de pagar a todos. Además en 2021 les habían ofrecido un subsidio pero muchos no aceptaron porque debían renunciar a otras indemnizaciones y era incompatible con acciones legales.
Entre 7 y 10 grados
Soledad La Fico Guzzo es nadadora de aguas abiertas y va a participar con la expectativa de completar la travesía en el río Santa Cruz. Lo más dificultoso, según cuentan los protagonistas, es el caudal y la temperatura del agua que tiene entre 7 y 10 grados. «Empecé a hacer natación a los seis años, y hace trece que nado en aguas abiertas. De un tiempo a esta parte me empezaron a motivar las actividades que tienen algún fin de visibilizar algo. Hice bajo el lema de Malvinas y otras de cuestiones medioambientales. Esta travesía me llamó la atención porque se hace en grupo, no como en otros casos que estaba sola», comentó.
Los deportistas calculan un nado completo entre 11 y 12 horas, tienen previsto hacer paradas de un minuto, minuto y medio cada media hora para hidratarse y comer. En otras travesías más competitivas estas paradas son de 10 segundos. «Vengo entrenando en pileta y he hecho salidas al río. Me estoy metiendo en bañeras con hielo y hace un mes y medio me vengo duchando con agua fría para ir acostumbrándome a esas temperaturas. Voy a viajar unos días antes para aclimatarme y llegar en buenas condiciones», afirmó La Fico Guzzo.
La organización del desafío
Gaitán pertenece al club deportivo Hispano Americano de Río Gallegos y, si bien él tuvo la idea, trasladó el evento a la institución por la magnitud de la organización. En la semana previa tuvo reuniones con el Ministro de Seguridad de la provincia de Santa Cruz, con Protección Civil, con los bomberos, los buzos de rescate y con los responsables de los Hospitales cercanos. «Hay mucha responsabilidad en esto. Todos los nadadores pasan por un psicólogo deportivo porque yo quiero chequear que esa persona esté conectada mentalmente con lo que queremos hacer. En cada parada los médicos van a chequear que no estén entrando en la primera fase de hipotermia. Esto les va a marcar un antes y un después en la vida deportiva».
Cada nadador recibirá un pasaporte que contendrá las distancias del río Santa Cruz, la historia del ARA San Juan, el nombre de los tripulantes, la historia del río y de la Isla Pavón, donde estuvo uno de los primeros asentamientos de la Armada. «Se lo vamos a dar a los participantes para que cuando naden puedan llenar esos momentos de soledad con la historia de por qué están ahí. Lo estarán haciendo para visibilizar algo que de a poco va perdiendo visibilidad que es recordar a los 44 tripulantes del ARA San Juan que se fueron en silencio y en soledad. La sociedad y el Estado argentino le debe una respuesta, no puede ser que haya pasado esto y no se sabe qué pasó», aseguró Gaitán.
Ante estas palabras Coria asintió: «Es lo que uno siente, nos falta saber la verdad, me parece excelente que se haga este homenaje, esta travesía, para que estén siempre presente y que no se olvide. Estoy muy agradecida con los que hacen este desafío por los 44. Seguimos esperando verdad y justicia. A Fabricio siempre lo recuerdo de la mejor manera, era un hijo espectacular, todos los días que estaba conmigo era un día feliz, era especial y sigue siendo especial en mi mente».
En ediciones anteriores los familiares de los tripulantes del ARA San Juan les grabaron mensajes para los nadadores. «Son golpes afectivos. Cuando nos reunimos en la estancia armamos las carpas y cuando cae el atardecer, les pongo mi celular y les digo a los chicos que por esto nadamos. Ahí habla una mamá, un hermano, un hijo y nos cuentan la historia de qué significaba esa persona en cada una de esas familias, entonces hoy te puedo decir que hay más de 300 medallas en todo el país que ya saben qué pasó con el Ara San Juan, que se sabe pero en realidad no se sabe qué pasó. En cada casa hay un escudito, un diploma con la imagen del submarino», concluyó Gaitán.