Bodas de plata para el Cosquín Rock y su público: arrancó la celebración y no hubo barro, relámpagos ni chaparrones que la frenara. A la lluvia no le quedó otra que correrse, porque las bandas y artistas exponentes de nuestro país llegaron a Santa María de Punilla para dejar asentado que el rock está más vivo (y unido) que nunca.
Cuando las puertas del Aeródromo se abrieron para recibir a las más de 120 mil personas que recorrieron (y recorrerán) el predio durante este fin de semana en Córdoba, parecía que la tormenta iba a arruinar una tarde épica. Sin embargo, a quienes entraban con botas largas y pilotos de todos los colores, no les importó para nada: «No hay Cosquín si no llueve. Por más que se venga el cielo abajo, esto se hace igual».
No pasó la primera hora de shows (arrancaron a las 14:30) que las nubes se corrieron. Las remeras ya no estaban mojadas solamente por la lluvia, sino también por la humedad y el calor, que con el correr de la tarde, aflojó. Los que no aflojaron fueron los artistas que hicieron colaboraciones históricas y shows inolvidables. Muchas familias convirtieron al Cosquín Rock en tradición y el arranque del 25 aniversario no decepcionó: una gran mezcla generacional, mucha protesta política y, por supuesto, rock and roll.
La banca a María Becerra, Lali Espósito y Milo J
«Si tocan a uno saltamos todos«, avisó Dillom antes de interpretar Mi peor enemigo, el tema que hizo con Andrés Calamaro para su último disco. Acompañado por su banda, tan oscura como metalera y una actitud innegociable, el artista que dio uno de los shows principales del festival no se quedó callado ante los embates del presidente Javier Milei hacia María Becerra y Lali Espósito.
Con tono burlón e irónico, Dillom mencionó a la cantante pop con el apodo que le puso el propio mandatario: «El que se mete con María BCRA, se mete conmigo. ¿Escucharon?». Así estuvo todo el finde. En X ya había fogoneado su presentación cerrando un tuit con «CIAO», como Milei, aunque en esta edición no quiso pasarse de la raya: «Ustedes saben que yo no puedo decir nada porque la última vez en este festival me fui con una denuncia penal«.
Otro foco de atención estuvo en el show de No Te Va Gustar en el escenario de Montaña. No solo fue uno de los espectáculos más convocantes (o el más convocante) del día sino que tuvo dedicatoria especial a María Becerra, Lali Espósito y Milo J. Además, su frontman Emiliano Brancciari se manifestó en contra del «agravio y la censura en la cultura».
El Cosquín entero estuvo atravesado por la situación social en Argentina: el conflicto presidencial con las artistas, la cancelación del evento que Milo J iba a hacer en la exESMA para presentar su disco y los incendios a lo largo del país. Turf e Hilda Lizarazu también apoyaron al músico de Morón y Ricardo Mollo expresó durante el recital de Divididos su deseo de «que terminen los incendios en Entre Ríos y Corrientes» y opinó: «Creo que todos queremos lo mismo».
A lo largo de la tarde hubo expresiones en contra del Gobierno de todo tipo. Algunas más irreverentes como la banda Ryan que en la apertura del festival proyectó una imagen ilustrativa de Milei a los besos con Donald Trump y la leyenda «Dios mío, ayúdame a sobrellevar este trágico amor». Y también hubo otras, un poco menos jugadas, como el palito que tiró Wos en un freestyle con su banda: «Solo quieren el poder, pero hacen boludeces y lo van a perder».
Los piratas, homenajes y colaboraciones
La unión también estuvo en colaboraciones en el escenario y algunas juntadas que nunca antes se habían visto. Dillom se movió de Sur a Norte. Primero, fue invitado de Wos para tocar Cabezas cromadas, el tema que hicieron para el último disco de Valentín. «Nos vemos más tarde», anticipó y cumplió. En su show, recibió a Santiago Motorizado -que horas antes tocó con El Mató a un Policía Motorizado- y un rato después, apareció en el cierre con Los Auténticos Decadentes para interpretar Los Piratas. Y como no podía ser de otra manera, se subió con un garfio y un parche en el ojo.
Wos fue invitado en el show de Conociendo Rusia. La banda de Mateo Sujatovich hizo la instrumental de Luz Delito, la canción que el rapero basó en el clásico Luzbelito de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, para que este improvise sobre ella. Y no fue lo único de Los Redondos, ya que No Te Va Gustar sorprendió y arrancó su set con Un ángel para tu soledad. Por su parte, Emiliano Brancciari fue invitado de La Vela Puerca en el escenario de Montaña.
Y si hablamos de homenajes, uno de los momentos más emotivos de la jornada estuvo a cargo de Hilda Lizarazu con su show «Hilda canta a Charly«. Desde el escenario Norte y con Lito Vitale en el piano, sonaron himnos de la música argentina que cantaron grandes y chicos. “Buenas tardes, Córdoba. ¡Aguante Charly García!”, arengó la artista.
Familias rockeras y los grandes del rock nacional
«Para mi, el Cosquín sigue bien rockero. Si tocan bandas como Divididos o Airbag«, opinó una madre que acompañó a su hija por primera vez al festival. La banda de los hermanos Sardelli fue resistida por los puristas del género en su momento, pero hoy representa al rock como pocas. Y aparte, va de un extremo al otro: por un lado convoca muchas familias y por el otro, cuenta con momentos como en el hit Colombiana, donde vuelan corpiños ya que cientos de fanáticas ritualizan sacarse la remera y mostrar los pechos.
Si bien el domingo se espera un cierre cuartetero con Luck Ra y o momentos pop con Nicki Nicole, el primer día tuvo a grandes del rock nacional haciendo lo suyo. No faltaron los movimientos únicos de Adrián Dárgelos ni los hits de Babasónicos en el escenario Sur. Por otro lado, Divididos, la Aplanadora del Rock en el Norte no defraudó tocando un tema tras otro sin respiro.
En sus redes, Divididos bromeó con un seguidor que hace tres años consecutivos logra meter una sandía al festival para dársela al bajista Diego Arnedo en medio del show. «Preparen sus sandías que pronto nos vamos para nuestro Woodstock», escribieron desde la cuenta de Instagram de la banda y el 2025 no fue la excepción: también hubo sandía.
«Agradezco que mi hija haya salido rockera para compartir estos momentos con ella», contó orgulloso un padre que manejó desde Bahía Blanca para llegar al evento. Ellos lo tenían claro, no se iban a perder a Los Guasones, Las Pastillas del Abuelo ni Ratones Paranoicos, algunos de los nombres que explotaron el escenario Sur desde que cayó la noche. Por otro lado, el escenario Boomerang tuvo a un histriónico Joaquín Levinton que hizo sonar los grandes éxitos de Turf y arengó al público solo como él sabe.
Las 14 hectáreas que componen el predio donde se hace el Cosquín Rock contaron con más de 50 shows distribuidos en seis escenarios y una amplia variedad de stands para el público. El evento con las localidades del primer día completamente agotadas fue testigo de una mística especial que frenó la lluvia, abrió el paso para el rock embarrado y mostró a una escena musical tan diversa como hermanada.