La decisión de Telefe de incluir en su programación de los sábados el ciclo Poné a Francella, que se emitió originalmente entre 2001 y 2002, fue bien recibida por el público, pero también generó polémica. Es que, para muchos, el programa maneja un tipo de humor machista que no ha envejecido del todo bien. Una de las personalidades que expresaron su descontento fue Florencia Peña, una de las protagonistas del programa.
Como suele ocurrir desde hace años, las declaraciones de la actriz generaron, también, revuelo. Su colega, y compañero de elenco en aquel ciclo encabezado por Guillermo Francella, Gabriel “Puma” Goity no estuvo de acuerdo y se preguntó por qué Peña no criticó de la misma manera la continua repetición de Casados con hijos y, además, se prestó hace apenas unos años a protagonizar la versión teatral.
Con todo este mar de fondo, Peña brindó este martes una entrevista a Intrusos y, fiel a su estilo, redobló la apuesta. Desde Mar del Plata, donde se presenta con éxito con la obra Mamma Mía!, la actriz indicó: “Para mí no es una polémica, es un debate; y bienvenido sea. Yo soy muy amiga del Puma, lo quiero mucho y he laburado mucho con él. Sé que tenemos muchas diferencias, no solamente ideológicas sino también de este estilo. Y me divierte. Yo siempre discuto, en el buen sentido, con él y no me parece raro que él piense distinto a mí”.
A su vez, indicó: “Yo no creo tener la verdad. Lo que me parece es que Poné a Francella fue un programa de hace 25 años. Estamos hablando de muchísimo tiempo, no un par de años. Y la diferencia que tiene con Casados con hijos es que Casados… es una crítica al machismo de Pepe. Es como Los Simpson. Es como si dijeras que a Homero no lo podés poner al aire porque es machista. ¡Claro que son machistas! Y claro que tienen una manera de vivir compleja, pero porque se están riendo de eso, del macho típico americano».
“Nosotros lo que hicimos bien con Casados con hijos en su momento fue mostrar una idiosincrasia con la que obviamente estamos en desacuerdo. El personaje de María Elena es el que muestra que nosotros somos un desastre. Cuando Érica Rivas decidió no formar parte de la versión teatral hubo que poner a otro personaje que de alguna manera contrarrestara lo que esta familia de locos hacía”, explicó.
“En Poné a Francella me parece que si bien hay sketches que son gloriosos, me pasa que veo al papá de la nena y un poco me hace ruido. Primero, porque las épocas cambiaron. Segundo, porque empezamos a entender de qué se trata la pedofilia y no sé si nos podemos reír de eso. Creo que estamos en un momento en el que todavía nos tenemos que poner de acuerdo con respecto a las cosas de las que nos vamos a reír, porque siempre alguien se puede sentir afectado. Creo que no va a ser siempre así, pero si esto fuera más fácil, estaría lleno de programas de humor y no hay ni uno”, reflexionó la actriz.
E indicó: “Fui una parte fundamental de ese programa, pero me parece que hoy hay cosas que no causan gracia porque generan una rispidez. Estoy agradecida con el sketch de Sambucetti, porque me ayudó a ser lo que soy hoy. Yo en ese momento recién daba mis primeros pasos en el humor popular y con ese sketch me hice superfamosa, pero pasaron 25 años. Y si alguien me viniera a decir hoy: ‘Che, Flor, tengo una gran idea. Vos sos una acosadora’. Yo le diría que no. No lo haría nunca. Eso no quiere decir que uno no pueda mirarlo retroactivamente y reírse de cosas del pasado, pero a mí me pasa que hay cosas de las que ya no me puedo reír”.
De todos modos, dejó en claro que otros de los segmentos del programa sí le siguen causando gracia. “Hay sketches como ‘Los cuñados’, ‘Enrique el antiguo’, ‘El hospital’ o ‘Un día de furia’, que para mí están buenísimos. Obviamente, es un humor antiguo. Pero hay otros que yo los revería. Es como ver No toca botón. A mí no me causa gracia ver a Alberto Olmedo cosificando a las mujeres, pero tengo recontra claro que en su época ese era el humor que se hacía. Me da pena que haya sido así, pero así era. Y muchas cosas que a nosotras, las mujeres, hace 25 años nos parecían naturales, ahora nos horrorizan”.
Por último, la actriz se refirió a la repercusión que generaron sus declaraciones. “Cualquier cosa que yo diga genera amor y odio, pero es simplemente por mi ideología. Eso pasa en redes, en la vida no, porque, si no, no me iría bien en el teatro”.
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