En un mundo donde la fama y el éxito suelen ir acompañados de presiones extremas, varias celebridades decidieron hablar abiertamente sobre sus batallas contra el alcohol y las drogas.
Según informó Business Insider, figuras como Tom Holland, Bradley Cooper, Jessica Simpson, Eminem y Lana Del Rey, entre otros, compartieron sus experiencias personales con el objetivo de inspirar a otros y visibilizar los desafíos que enfrentaron para alcanzar la sobriedad.
Tom Holland, conocido por su papel como Spider-Man, decidió dejar el alcohol tras un “diciembre muy borracho”. Según detalló el actor británico en el podcast On Purpose With Jay Shetty, su participación en el reto “Dry January” lo llevó a reflexionar sobre su relación con el alcohol.
Durante ese mes, se dio cuenta de que no podía dejar de pensar en beber, lo que lo llevó a cuestionarse si tenía una dependencia. Holland decidió extender su abstinencia hasta su cumpleaños, el 1 de junio, como una prueba personal. Al llegar esa fecha, afirmó sentirse más feliz que nunca y, desde entonces, mantuvo su sobriedad durante más de un año y medio.
Además, esta experiencia lo inspiró a lanzar en 2024 una marca de cerveza sin alcohol llamada Bero, como una alternativa saludable para quienes buscan disfrutar sin recurrir al consumo de alcohol.
Por su parte, Bradley Cooper lleva más de dos décadas sobrio. Según Business Insider, el actor tomó la decisión de dejar el alcohol y las drogas a los 29 años, al darse cuenta de que su estilo de vida estaba poniendo en riesgo su carrera y su bienestar.
En una entrevista con GQ en 2013, Cooper explicó que su sobriedad le permitió enfocarse en su trabajo y evitar sabotear su vida. Su experiencia personal también influyó en su interpretación de Jackson Maine, un músico con problemas de adicción en la película A Star Is Born (2018).
Según declaró a Variety, este papel fue una experiencia catártica que le permitió explorar sus propias vivencias y convertirlas en arte.
Jessica Simpson celebró en noviembre siete años de sobriedad, un logro que marcó un antes y un después en su vida. Durante una entrevista en The Kelly Clarkson Show, la cantante y empresaria confesó que llegó a un punto en el que el alcohol estaba afectando su capacidad para ser una madre presente y un modelo a seguir para sus hijos.
Simpson relató que su consumo de alcohol se había convertido en un ciclo destructivo que la desconectaba de su entorno. Al dejar de beber, experimentó una claridad que le permitió recuperar el control de su vida y priorizar a su familia.
El productor y DJ Calvin Harris también decidió abandonar el alcohol a los 24 años, al notar que estaba afectando su desempeño profesional. Según reportó Business Insider, Harris explicó que, aunque no se consideraba alcohólico, el consumo de alcohol interfería con la calidad de sus presentaciones en vivo.
Desde que dejó de beber, afirmó que sus shows mejoraron significativamente, ya que ahora puede recordar y disfrutar plenamente de sus actuaciones.
Eminem, cuyo nombre real es Marshall Mathers, enfrentó una lucha más compleja, ya que su adicción no solo incluía alcohol, sino también drogas. Según detalló en un ensayo para la revista XXL, el rapero casi pierde la vida en 2007 debido a una sobredosis.
Después de este episodio, ingresó a rehabilitación y logró mantenerse sobrio desde entonces. Eminem habló abiertamente sobre cómo las drogas se convirtieron en una parte central de su vida durante los años más exitosos de su carrera, especialmente tras el lanzamiento de The Marshall Mathers LP.
En una entrevista en el podcast Paul Pod, recordó que su proceso de desintoxicación fue un punto de inflexión que le permitió redescubrir la alegría de hacer música.
La cantante Lana Del Rey también enfrentó problemas con el alcohol desde una edad temprana. Según una entrevista con la revista británica GQ, comenzó a beber de manera excesiva durante su adolescencia, lo que la llevó a ingresar a un internado a los 14 años y, posteriormente, a un centro de rehabilitación a los 18.
Del Rey describió cómo el alcohol se convirtió en su principal interés, superando cualquier otra actividad en su vida.
Jamie Lee Curtis, por su parte, ha estado sobria durante más de 20 años. En una entrevista con la revista People, la actriz reveló que desarrolló una adicción a los opioides tras una cirugía plástica menor en 1989.
Durante una década, Curtis ocultó su problema incluso a su esposo, hasta que decidió buscar ayuda en 1999. Desde entonces, considera su sobriedad como su mayor logro personal, por encima de su carrera y su vida familiar.
La modelo Naomi Campbell también compartió su experiencia con el alcoholismo y la adicción a las drogas. Según Business Insider, Campbell enfrentó un periodo especialmente difícil entre 1998 y 2005, durante el cual evitaba mirarse al espejo debido a su insatisfacción personal.
Finalmente, encontró apoyo en Alcohólicos Anónimos y Narcóticos Anónimos, organizaciones que la ayudaron a mantenerse sobria. En 2017, durante la Cumbre Internacional de Mujeres Más Poderosas de Fortune, Campbell destacó que la adicción no discrimina y puede afectar a cualquier persona, independientemente de su posición social.
Finalmente, Zac Efron también decidió buscar ayuda profesional para superar su adicción al alcohol. En 2013, ingresó a rehabilitación y, desde entonces, ha trabajado para mantenerse sobrio.
Según declaró a The Hollywood Reporter, su consumo excesivo de alcohol estaba relacionado con el estilo de vida que llevaba en Hollywood durante sus 20 años. Efron se unió a Alcohólicos Anónimos y comenzó a asistir a terapia, lo que le permitió encontrar una estructura en su vida y enfrentar sus problemas de manera más saludable.