jueves, 26 diciembre, 2024

Messi no aparecía, pero Busquets dio una asistencia magistral e Inter Miami volvió a ganar

Con una receta inusual, Inter Miami consiguió una victoria agónica frente a DC United. Esta vez, no fue Lionel Messi el autor ni de la asistencia ni del gol en el cuarto minuto de descuento, sino el ecuatoriano Leonardo Campana (que acababa de ingresar), tras un pase magistral de Sergio Busquets. El gol valió tres puntos, y se trató del número 24 del conjunto de camiseta rosa en los segundos tiempos esta temporada. Ningún otro equipo convirtió más en los complementos. Con 31 puntos, es el líder global de la liga; el mejor equipo de la temporada.

DC United llegó a Miami con una premisa marcada a fuego: evitar que Messi le pintara la cara, tal la costumbre del astro argentino en esta temporada de la MLS estadounidense. Así, una vez que el protocolo de tormentas eléctricas se desactivó y, tras casi una hora de retraso, la pelota rodó, los visitantes se emplearon a fondo para desactivar al rosarino. Lo consiguieron, porque escalonaron marcas, poblaron la mitad de la cancha y la Pulga pocas veces -casi nunca- recibió cómodo. Sus mejores acercamientos al gol fueron en un tiro libre peligroso durante la primera parte y una buena jugada en el segundo tiempo, en la que remató apenas alto tras controlar pecho-antebrazo y buscar su mejor perfil.

No fue el Messi de otros partidos, ese futbolista decisivo hasta en una baldosa que se sacaba rivales de encima y encontraba -siempre- al compañero mejor ubicado. Por algo es el líder absoluto de asistencias en la liga -12-. En la noche ventosa y húmeda de Fort Lauderdale, sin embargo, no funcionó su conexión con su compinche uruguayo, Luis Suárez. Casi nunca pudo encontrar en posición de tiro a Matías Rojas, el paraguayo ex Racing que va camino a convertirse en una especie de Rodrigo De Paul vestido de rosa. En síntesis, poco de Messi y poco de Inter Miami.

A los dirigidos por Gerardo “Tata” Martino les faltó frescura para encarar y decisión para combinarse en campo contrario. Fue provocado por DC United, que retrasó todas sus líneas, esperó agazapado de contragolpe y apostó todo al juego directo y los pivoteos del gigante Christian Benteke, con pasado en Liverpool y Crystal Palace de la Premier League, y máximo goleador de la liga estadounidense hasta acá. El grandote hizo su trabajo, pero se fastidió más de lo que pudo jugar, bien absorbido por la dupla de centrales argentinos de Inter Miami: Tomás Avilés y Nicolás Freire.

Inter, reducido a su mínima expresión en ataque, tuvo la mejor jugada de todo el encuentro para desnivelar el marcador a su favor. Fue un mano a mano de Benjamín Cremaschi -sangre argentina, partida de nacimiento estadounidense-. El jovencito apuntó una y otra vez, pelota dominada, luego de que los dos centrales del DC United se chocaran entre sí y le liberaran el paso al área; al gol. Pero de tanto pensar, Cremaschi se nubló. Bono, arquero visitante, achicó rápido y, como si fuera un arquero de handball, usó su cuerpo para cubrir el arco. Evitó el gol.

Lionel Messi encara ante la marca del polaco Mateusz Klich durante el partido entre Inter Miami y DC United, por la MLSAP Photo/Lynne Sladky – AP

En el segundo tiempo, DC United aprovechó el cansancio de los locales y comenzó a combinar en territorio contrario. Tuvo una buena chance que el colombiano Cristian Dájome remató por encima del travesaño cuando tenía a Benteke en mejor posición. El grandote belga, por supuesto, lo regañó. Martino movió entonces el banco de suplentes. Mantuvo a sus estrellas en el campo, Messi -ausente entre semana en el clásico ante Orlando- incluido.

Por segundo partido consecutivo, Inter Miami se iba a qudar en cero. Al equipo de camiseta se le caían los goles y ahora no los encontraba ni siquiera de pelota parada. El problema ante DC United fue incluso más alarmante: falló en la generación, pese a tener a esa usina de fútbol llamada Lionel Messi. El rosarino ya no tiene 20 años y no puede desactivar a cualquier defensa con un unipersonal o un slalom. Podrá sacarse a uno o a dos, pero precisa de la ayuda de sus compañeros. Es más, el que apareció fue el arquero, Drake Callender. Y más tarde, Busquets.

También es cierto que todo Inter comienza a sentir la seguidilla de partidos y la pretemporada extenuante por medio globo terráqueo. Martino sabe a la perfección que el objetivo durante esta primera parte de la campaña era cosechar la mayor cantidad de puntos posibles. Lo que viene más adelante es sin Messi: a la Pulga le quedan tres encuentros con la camiseta rosa antes de irse con la selección argentina a la Copa América: Vancouver, Atlanta y Saint Louis. Inter Miami lleva nueve partidos sin perder. Sumó en todos: seis victorias y tres empates, incluido el del clásico ante Orlando. Puede que este sábado Messi no haya brillado y el equipo tampoco. Pero apareció Busquets y entregó una asistencia gloriosa. Campana hizo el resto. Messi, esta vez, aplaudió.

LA NACION

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