Este martes 2 de abril inicia el primer Mercurio retrógrado del año. Se trata de un fenómeno astronómico por el cual una ilusión óptica hace parecer que este plante tiene un retroceso sobre su misma órbita alrededor del Sol. Esto es algo que se ve desde la Tierra y que antiguamente se le dio un significado esotérico muy importante. Es por eso que muchos buscan hacer algún ritual para protegerse durante este tiempo, que en este caso durará hasta el jueves 25.
En los últimos años, se le dio una connotación negativa a este movimiento planetario, puesto que suele traer confusión. Eso es porque Mercurio es un planeta personal que afecta directamente a los individuos. Además, está relacionado con la comunicación, los pensamientos, la moral y el razonamiento de las personas. Por lo tanto, puede que haya que ser más cuidadoso con las palabras y pensar bien antes de actuar.
De todos modos, este también presenta la posibilidad de frenar con la rutina y tomar conciencia sobre la realidad. Por lo tanto, es probable que, durante su desarrollo, muchos logren generar conclusiones u obtener respuestas a asuntos pendientes.
A continuación, tres rituales para prepararse para Mercurio retrógrado y aprovechar este tiempo al máximo.
Este momento astrológico se caracteriza por ser un tiempo de impulsos y susceptibilidades. En ese sentido, se recomienda hacer un baño con lavanda y sal marina para bajar un cambio y despojar la mente y el cuerpo del rencor y los malos pensamientos. Además, dará claridad mental, algo que suele faltar en este período.
Para ello, solo hace falta mezclar unas gotas de aceites esenciales de lavanda y hojas secas de esta flor con la sal marina. Esta infusión se puede volcar en la bañadera llena de agua, para luego sumergirse allí y relajarse.
Meditación
Debido a que Mercurio tiene directa influencia en los procesos mentales, se recomienda tomarse tiempo para meditar mientras este planeta hace su retrogradación. Para ello, solo hace falta ir a un lugar tranquilo, colocarse en una posición cómoda y cerrar los ojos. Aun consciente, uno puede concentrarse en su respiración profunda para encontrarse en paz y así tener una mente limpia y clara.
Alguno incluso toman algún mantra u alguna manifestación para atraer las buenas energías. Visualizar los objetivos a los que uno quiere llegar puede ayudar a tener la mente sin confusiones.
Este ritual se suele hacer cuando se termina un período y se da inicio a otro. Muchos lo hacen con el comienzo de un nuevo año. Sin embargo, puede servir para tener en claro lo que uno quiere y dejar atrás todo problema del pasado para que no se vuelva presente.
Para este rito solo hace falta un papel, algo con qué escribir y un fósforo o una vela. En la hoja se debe detallar todo aquello que se quiera soltar y hace mal a uno. Luego, se debe prender fuego y dejar que se consuma toda la lista. Durante ese proceso, se puede proyectar todas las intenciones que se quieran lograr.
LA NACION