Las acciones de empresas energéticas están transitando el 2024 con mucha volatilidad, tras haber subido con fuerza el año pasado. A pesar del presente incierto, analistas del mercado recomiendan «mantener» en la cartera a los papeles de este rubro.
Cabe recordar que en los dos meses y medio que ya han pasado, a nivel general la renta variable viene perdiendo de forma sostenida frente a la inflación acumulada en el mismo periodo, que es de más de 40%, debido a que el principal índice de acciones de empresas líderes, el Merval de Buenos Aires, suma en el año apenas 15% en pesos.
Incluso, algunas compañías energéticas que cotizan en Bolsa, como Edenor y Pampa Energía, arrastran bajas de precios en todo el 2024 de hasta 13%.
En este complejo escenario, los analistas recomiendan «mantener» en cartera tanto las acciones de las empresas que cotizan en Estados Unidos (bajo el formato de ADR) como las que se comercializan únicamente en la Bolsa local, indica un informe de Research for Traders (RfT), al que tuvo acceso iProfesional.
«Las empresas eléctricas y gasíferas afrontan desde el año pasado un proceso de completar el reacomodamiento y sinceramiento de tarifas, en medio de un escenario económico y político que se perfila cada vez más abierto al mercado. También en busca de negociaciones que permitan llevar adelante la Ley Bases y, en consecuencia, el Pacto de Mayo propuesto por el Presidente Javier Milei», detalla la consultora dirigida por Gustavo Neffa.
Así, los expertos calculan, según lo acordado con el FMI, que se espera para 2024 una reducción de los subsidios equivalente a 0,8 puntos porcentuales del PBI, pasando del 2,1% al 1,3%. De los cuales, 0,5 puntos estarían relacionados con el sector energético, disminuyendo del 1,6% al 1,1%.
Acciones de empresas energéticas tuvieron muy buen desempeño en los últimos dos años, pero en 2024, como toda inversión, están a la expectativa.
Acciones energéticas en la mira del inversor
Más allá del presente volátil de las acciones, se debe tener en cuenta que en el transcurso de los últimos 2 años todas las compañías energéticas han reflejado un comportamiento positivo en su cotización en pesos.
Según el relevamiento de RfT, la acción de empresa de mayor ganancia en el sector fue Camuzzi Gas Pampeana, con un incremento de 2.573%. En cambio, las cotizaciones más rezagadas son la constructora de gasoductos Dycasa (436%) y Pampa Energía (773%).
Si se comparan estos rendimientos respecto al dólar, en los últimos dos años el oficial se incrementó 656%, mientras que el contado con liquidación (CCL) ascendió 416%.
«Tomando como muestra las empresas de servicios públicos (utilities) más importantes de Argentina y de Latinoamérica, la mayoría de las firmas locales tienen un PE (price earning) trailing 12M alto, que es similar al resto de la región, sobresaliendo Camuzzi Gas Pampeana (CGPA2), dando cuenta de la fuerte revalorización experimentada recientemente», reflejan desde RfT.
En cuanto a los beneficios netos, las mejores posicionadas son Pampa Energía, Transportadora de Gas del Norte y Metrogas, porque «sus respectivos márgenes netos se encuentran entre 21% y 34%«.
El resto de la muestra promedia niveles dispares de entre -29% y 17%, lo que «refleja que las empresas argentinas mantienen sus costos operativos bajo control, excepto Dycasa y Distribuidora de Gas Cuyana«, resaltan en RfT.
Por último, en términos de apalancamiento, la mayoría de las compañías atraviesan una situación de «riesgo moderado».
El nivel de incremento de las tarifas energéticas de electricidad y gas, y cómo se quitarán los subsidios, marcarán la renta de las empresas del sector.
«En particular, Edenor, Metrogas, Camuzzi Gas Pampeana y Dycasa no superan el 40% de respaldo patrimonial sobre activo. Por su parte, quienes presentan mejor comportamiento en este indicador son TGN y Naturgy Ban, con una razón del capital sobre el activo en promedio de 77%», concluyen desde Research for Traders.
Desafíos para las empresas energéticas
El desempeño de las acciones energéticas dependerá en los próximos meses, por un lado, en base a la recomposición efectiva que haga el Gobierno de las tarifas. Y, por otro, tendrá estrecha relación con los subsidios efectivos que las empresas del sector reciban para compensar los desfasajes de los precios y costos.
«La aceleración en el ritmo de variación de los precios y la mayor tasa de depreciación de la moneda (suba del precio del dólar) en el segundo semestre del año pasado, en un contexto en el que no se modificaron los cuadros tarifarios, llevó a una progresiva disminución de las tarifas en términos reales y, como resultado, a un aumento en el nivel de subsidios», advierten desde RfT.
Y agregan: «Con el reciente aumento estacional en el precio, los usuarios residenciales de altos ingresos, el bloque de consumo excedente de usuarios de ingresos medios, así como los usuarios comerciales e industriales, pagan un precio de $44.401 por megavatio hora (MWh). A la tasa de cambio de finales de febrero, esto equivale a aproximadamente u$s54 por MWh».
El problema que se presenta es que este es un valor que se sitúa por debajo del costo unitario de generación estimado por CAMMESA para el trimestre de febrero a abril, que es de u$s57 por MWh.
«En este contexto, el Gobierno dejará de subsidiar las tarifas de las empresas. Sólo financiarán a familias vulnerables en un nuevo esquema de subsidios a la demanda», finalizan desde RfT.
En este escenario, las acciones de empresas energéticas deberán afrontar algunos desafíos, más allá que los analistas de inversiones recomiendan «mantenerlas» en cartera.-