Por Marcelo López Álvarez 19 de diciembre de 2023 – 08:33
La sensación generalizada después del triunfo de Javier Milei, la elección de sus colaboradores y las primeras medidas o anuncios era que se abandonaba el camino del dólar como moneda de la Argentina.
Sin embargo la lectura fina de las medidas concretas que se tomaron hasta ahora hace pensar que la idea de la dolarización no se abandonó y se sigue en ese camino enmascarando las decisiones o profundizando el camino de la crisis terminal y llegar a la solución final de la transformación de la moneda.
En tiempos de campaña y confesiones brutales Javier Milei expresaba que cuanto más alto esté el precio del dólar dolarizar en más fácil. Si se analizan fino las medidas tomadas por Luis Caputo y la conducción del Central -bajo la supervisión del Presidente- parecen mostrar un camino hacia la explosión y llegar al extremo de la dolarización como solución.
Es muy llamativo que después de la duplicación del valor del dólar, las medidas del Gobierno parecen todas tomadas para fortalecer el espiral inflacionario y una nueva mega devaluación más que para combatir el fenómeno.
Cuándo el valor del dólar blue y los bursátiles parecían haberse calmado y la brecha achicarse el Central dio ayer la voz de ¡ahura! para salir masivamente de los pesos e ir al dólar. No hay otra explicación para, en un contexto donde se prevé que la inflación de diciembre y marzo puede llegar a más del 50 % acumulado, bajar las tasas de los plazos fijos más de 20 puntos y decidir la no renovación de Leliq a futuro.
javier milei reunión de gabinete
Los primeros pasos de Javier Milei y su equipo en materia financiera dan pistas de que el proyecto dolarizador no está abandonado.
Los bancos venían reclamando al Central la liberación de pisos para poder competir entre entidades. Hoy en día hay una tasa mínima ( a partir de mañana 111%) pero no hay techo. Las entidades no quieren ni piso ni techo. La receta es simple: maximizar ganancias contra la tasas de política monetaria del Central La política de este es desarmar las letras de liquidez y que toda la masa vaya sumándose a los Pases con una tasa única.
Como se ve no hay una sola señal para que el ahorrista de mediano y largo plazo se quede posicionado en pesos.
Ayer después de las publicaciones en el Boletín Oficial de la expansión del endeudamiento y la ampliación del límite que se imponía a los bancos para que puedan adquirir títulos públicos el rumor de un posible canje compulsivo de bonos por las Leliq y los pases tomó fuerza. Como decíamos no hay una sola señal para que el ahorrista se quede en pesos, ante una inflación potenciada por cada una de las medidas que toma este gobierno. Tarifas, liberación de exportaciones, devaluación, deserción de todos los controles del Estado y una lista interminable de etcétera.
Mientras, la improvisación sigue siendo la moneda corriente. Luis Caputo sufrió la primera desautorización notoria y grave, después de anunciar a todo el país el aumento de la retenciones el Secretario de Agricultura confirmó la marcha atrás de la medida para una veintena de economías regionales, entre las que no está la vitivinicultura a la que se le aplicará un 8%. Otra muestra que no hay una política clara sino que se prioriza el lobby o la presión de los amigos.
El vocero del Gobierno dió a entender que después de la reunión con los gobernadores de este mediodía se podría dar a conocer el texto del decreto desregulador de la economía de características y contenidos desconocidos hasta ahora y quizás también la convocatoria a sesiones extraordinarias para tratar algunos proyectos de ley que parecen lejanos a aquella ley ómnibus que Javier Milei prometió enviar al Congreso el mismo 11 de diciembre y de la cual no hay aún noticias. ¿Las habrá?