domingo, 10 agosto, 2025

Los «parásitos» de Faro se infiltran en Hacienda

Axel Kaiser Barents-Von Hohenhagen, director de la Fundación Faro -el think tank ultra que comanda Agustín Laje y con el que se recauda dinero para La Libertad Avanza- tiene 44 años y escribió 9 libros. Todos bajo la tónica del combate a lo que entiende como comunismo. La última de las obras, “Parásitos Mentales” -que por estos días ha citado de manera religiosa el presidente Javier Milei dado que tilda de virus a la ideas progresistas- vio la luz en 2024 y ya fue denunciada. El autor libanés Gad Saad demandó al chileno libertario por plagio, apuntando que “Parásitos…” se parece demasiado a “La Mente Parasitaria”, edición que Saad publicó en el año 2020 y hasta tiene una portada parecida al trabajo denunciado.

Axel Kaiser, el autor del libro, almorzó esta semana con todo el equipo económico de Luis Caputo, en una oficina del ministerio de Hacienda. Les contó, precisamente, de qué se trata “Parásitos…” y por qué es importante que comprendan cómo dar la guerra discursiva. El desembarco del socio de Laje en Hacienda tiene fines proselitistas. Según supo Página I12 de fuentes oficiales, luego de la ruptura de línea que ordenó Karina Milei con los descarriados púberes de Las Fuerzas del Cielo, la Fundación Faro tomó el lugar de ordenador de algo que para los Milei es central para la sostenibilidad del ajuste: endurecer, pulir y bajar al llano la batalla cultural, para que la sociedad compre un discurso que le permita a la gestión económica seguir contrayendo la economía para corregir variables básicas. 

En la comida antes citada estaban Axel Kaiser, Caputo, el secretario de Finanzas, Pablo Quirno; el presidente del Banco Central, Santiago Bausili; el viceminsitro de Economía, José Luis Daza (que también trabajó, como Kaiser, para la derecha del candidato ultra trasandino que perdió con Boric, Antonio Kast) y dos de los jóvenes asesores de “Toto”. La referencia es para Martín Vauthier y Federico Furiase, el primero ex empleado de Caputo en la consultora Anker; el segundo, ex empleado de la consultora Eco Go, de Marina Dal Pogetto. Fue una especie de presentación en comunidad, porque el ministro de Economía ya venía en un proceso de charlas periódicas con Laje, al que Milei le tiene extrema confianza. 

Esas conversaciones no son casuales: el Presidente está reforzando la retórica de un Caputo al que quiere de diputado nacional, mientras el sujeto en cuestión se niega. Supone que es parte de un plan para correrlo del cargo de manera elegante, a modo de oxigenación de Hacienda post octubre, tal como se viene adelantando en estas páginas. Aún así, el primer mandatario insiste y quiere venderlo como «el hombre que bajó la inflación», pero entiende que le falta preparación para discutir mano a mano con un libreto libertario claro y agresivo. En esos mitines con los Faro boys también suele sumarse Quirno, el que mejor parece haberse mimetizado con comportamientos poco habituales.

En algunas ocasiones, enviados de Hacienda se reunieron con gente de Faro en la sede de la Fundación. Los pisos 2, 3 y 4 del ex edificio del Banco Francés frente a Plaza de Mayo. En ese lugar tienen varias oficinas e instalaciones preparadas para hacer streaming. El mandamás del lugar es Francisco Caputo, el hermano de Santiago. Ambos son los artífices reales de Faro. De hecho, para entrar al lugar hay que preguntar por «Pancho».

En este contexto, la comidilla entre los habituales concurrentes al Palacio de Hacienda es cómo un grupo de banqueros de Wall Street y ex funcionarios del gobierno de Mauricio Macri pasaron de pacatos y temerosos operadores de deuda y dólares, a personajes cuasi burlones y liberados de ataduras. «Macri tenía miedo, ellos tenían miedo. Javier no tiene miedo, ésa es la diferencia», admitió un empresario que pone dinero en Faro para justificar por qué esta gente cambió tanto en tan poco tiempo. Lo que Laje les vende como obligación es comprender que «Argentina cambió culturalmente, la gente está dispuesta a hacer y soportar cosas que antes no existían». 

Laje y Kaiser, apoyados en la idea madre del caputismo, afirman que el ajuste económico se podrá seguir haciendo sobre una sociedad dormida si se logra que los funcionarios le transmitan a la gente que lo que se hace es para que ellos tengan un futuro mejor. Kaiser, con una estructura similar a la de Faro en cuanto a financiamiento, hace el mismo trabajo con otra Fundación, pero en Chile. 

La pata local y los financistas

Uno de los principales aportantes empresarios a Faro es la familia Neuss, propietaria en los ´90 de Thales Spectrum y actual dueña de energéticas, de la VTV porteña y con mucha cercanía a funcionarios nacionales. En el Yacht Club de Puerto Madero, del que los Neuss son dueños, se hacen las reuniones de recaudación. Días atrás, en ese reducto, presentaron a dos nuevos integrantes para librar la batalla cultural económica. La referencia es para los ex asesores Ramiro Castiñeira y Miguel Boggiano. 

El sponsor más grande que tiene Faro es una mega cámara empresaria, la más alineada con Milei. Endeavor, que agrupa a Uniconios libertarios como Marcos Galperín, de Mercado Libre, y Martín Migoya, de Globant, sostiene económicamente la organización y creó recientemente un programa para start ups, en sociedad con Faro. Todo está blanqueado en su sitio web. 

Entre las actividades que hace Faro hay varias «masterclass». «La macro en la era Milei: el retorno a la libertad», se llama la que dicta que Castiñeira. La introducción de la misma apunta que «Argentina está atravesando un proceso de cambio estructural que busca desmontar el modelo económico estatista instalado desde la década de 1930, y retornar a un sistema basado en la libertad, el protagonismo del sector privado y la inserción en el mundo». También dicta otra clase María José Romano Boscarini, egresada de la Di Tella, una rareza para ese polo ultra liberal. 

Otro de los que trabajan en Faro es Martín Krause, miembro de la sociedad Mont Pelerín, la organización de libertarios que fundó en 1947 Friedrick Hayek, el ídolo austríaco de Milei. Krause, además, es economista del CEMA y e integra el Cato Institute, el think tank libertario con sede en Washington, Estados Unidos. «Diferencia entre filosofías políticas y utopías», se llama su clase. 

En esta masterclass, «el Dr. Martín Krause explora la posibilidad de una sociedad sin Estado desde una mirada filosófica y libertaria. A partir del concepto de utopía, se analizan los fundamentos del orden político: libertad, justicia, autoridad y poder. Lejos de la fantasía, se plantea un horizonte normativo que desafía el statu quo. Una invitación a repensar el rol del Estado y a imaginar formas de convivencia más libres. Ideal para quienes buscan cuestionar lo establecido y abrir nuevos debates». 

«Progreso», la hermana mayor trasandina

En Chile, Kaiser -abogado chileno-alemán que viene de una familia ultra conservadora con hermanos volcados a la política partidaria de la derecha- es director de la Fundación para el Progreso, una especie de hermana mayor de Faro que se fundó en 2012, con aportes privados de ceos afines al conservadurismo. 

El factótum de la «Faro» chilena es el empresario Nicolás Cirilo Ibañez Scott, quien además ejerce de presidente. Ávido cultor de la política, es muy fanático del dictador Augusto Pinochet. Fue dueño de la cadena de supermercados Lider, hasta que en 2009 la estadounidense Walmart le compró el negocio. Desde ese momento, quedó como director de Walmart Chile. 

Cuentan los medios trasandinos una anécdota particular. Apareció una placa de Pinochet en la sucursal de Walmart en la localidad de Quilicura. En ese bronce, donde figuraba el rostro de Pinochet en el medio, se podía leer la frase: “Augusto Pinochet Ugarte, Patriota Soldado y Estadista Visionario”. La situación generó un escándalo tal que la estadounidense Walmart decidió removerla, porque la había puesto el empresario en 1999 y nunca la había quitado. 

El mismo Kaiser se expresó como defensor del dictador chileno. Hace un tiempo dijo que «la defensa a la Constitución de Pinochet es la máxima prioridad de todo líder político, intelectual y empresarial chileno que aspira, por su propio bien, el de sus hijos y el de sus compatriotas, a proyectar hacia el futuro el éxito de las pasadas décadas». Axel Kaiser, el que infiltró el ministerio de Hacienda con ideas libertarias, tiene un hermano igual o más ultra, que se dedica a la política en Chile. 

Johannes Kaiser fue hace unos días confirmado como candidato presidencial por el Partido Nacional Libertario. El acto tuvo varias curiosidades, una de ellas, que el himno chileno se cantó con la tercera estrofa, que fue quitada por la Concertación en el regreso a la democracia por referir al ejercito y los «valientes soldados». Las apelaciones del hermano de Kaiser a los dictadores no se quedan sólo en Pinochet. Un último dato de color que pinta a los Kaiser: en el programa televisivo Contracara, contó la anécdota de que en el colegio alemán, cuando era chico, Johannes regalaba calcomanías nazis. «Mi papá me decía, vos estas loco», se sinceró. Y concluyó que «yo le decía que en las películas los alemanes eran nazis, yo soy alemán, tendría que ser nazi». 

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