En una nueva jornada caliente en el mercado cambiario, los contratos de dólar futuro subieron casi a la par que las cotizaciones del tipo de cambio. Así, el valor pactado por inversores para diciembre se ubicó exactamente en el techo de la banda cambiaria.
La suba más pronunciada fue para los contratos de agosto, mientras que en los plazos más largos las alzas se moderaron sobre el final de la rueda, a partir de una más que posible intervención oficial.
Dólar futuro: cuál es el precio que pactan los inversores para diciembre 2025
Para agosto, los contratos de dólar futuro subieron 4,02% ($56,50), para quedar en $1.405.
En septiembre, la suba fue de 3,34% ($48) a $1.438; subió 2,63% para octubre a $1.466; 2,15% en noviembre a $1.488 y 1,7% en diciembre, a $1.526.
El valor de diciembre lo ubica justo en el techo de la banda: al ajustar 1% mensual, para fin de año la parte superior de la banda dispuesta por el Gobierno también se ubicaría exactamente en $1.526
Al respecto, el analista Christian Buteler señaló en su cuenta de X: «En julio se lo llevaron puesto al BCRA en el mercado de dólar futuro. No por si ganó o perdió plata, sino porque el principal objetivo de su intervención era suavizar la suba del dólar y terminó subiendo un 14%».
Al referirse a la intervención oficial, Pedro Siaba Serrate, head of Research & Strategy at PPI, sostuvo: «En base a la posición vendida oficial en junio, más una fracción significativa del aumento del interés abierto de Rofex en julio, estimamos que la posición actual estaría cerca de u$s4.630 millones (alrededor de u$s2.700 millones en julio)».
Por su parte, desde Adcap analizaron la jornada intensa en la curva de futuros y resaltaron que la demanda se intensificó tras la fuerte suba del oficial cerca de las 11 horas. «El volumen operado superó el nivel habitual del mercado y quedó apenas por debajo del pico registrado el 15/07 (2.970.736 contratos), con fuerte concentración en el contrato de agosto», detallaron.
Factores que impulsan al dólar
Los factores que explican la escalada de este jueves, y del resto de la semana, se vinculan, según los operadores del mercado, al cierre de posiciones por fin de mes, a la poca oferta de divisas estacional y también por cierta especulación del mercado de no vender divisas para ver a qué precio se estabiliza el billete estadounidense.
«Los exportadores estuvieron ingresando por debajo de su promedio, y esto también contribuye a correcciones hacia arriba de la cotización», detalla Gustavo Quintana, analista de PR Cambios.
Cabe recordar que en julio hubo un descalce muy notorio, debido al desarme de las Letras Fiscales de Liquidez (LEFIs) que tenían los bancos, y el consecuente efectivo que quedó sin colocar, que se calcula en un total en torno a los 9 billones de pesos.
Y el «recalentamiento» del precio del dólar en estos últimos días se acentuó por motivos estacionales de fin de mes: mayor demanda de divisas para cancelar deudas de empresas y para pagos de los resúmenes de tarjetas por las compras al exterior de particulares.
También está afectando la incertidumbre política y económica que surge, por el clima de la previa electoral y por el bajo ingreso genuino de divisas, que para que se genere un flujo de inversiones se requiere de fuertes reformas estructurales, en un entorno que el Gobierno se encuentra en minoría en el Congreso.
«Como ya vimos, el número de personas que compraron divisas fue realmente alto, sobre todo si miramos los meses anteriores. Este aumento de la demanda refleja el contexto de incertidumbre política y electoral que se está dando«, aclara Andrés Salinas, economista e investigador de la Universidad de la La Matanza (Buenos Aires).
Por eso, opina que las altas tasas que está validando el BCRA para absorber pesos y evitar que estos se vayan a dólar, «dan lugar a la especulación, es decir, si dejan de pagar esa tasa esos pesos van a generan presión sobre la cotización del billete estadounidense. Entonces, el mercado especula con que en algún momento tienen que bajar esas tasas, sobre todo cuando la idea es que las mismas se definan en el mercado».
Entonces, Salinas considera que «la clave sigue pasando por la capacidad del Gobierno de mantener el orden fiscal en primera instancia, de acumular reservas y de seguir honrando sus compromisos, así se mantiene la confianza en ellos».