La marca argentina de indumentaria Perramus comenzó importar y comercializar en el país las botas Hunter, el calzado británico conocido por sus productos contra la lluvia fabricados con caucho.
Diego Meischenguiser, quien es nieto del fundador de la marca centenaria (fue fundada en 1922) dijo que la incorporación de Hunter es una respuesta directa tanto al nuevo contexto de apertura importadora como también la búsqueda de ampliar la oferta y remontar las ventas. Con la caída del consumo, dijo el empresario, hoy están vendiendo en unidades 10% por debajo de 2024 y 20% contra lo que habían vendido en 2023.
“La incorporación de Hunter al portafolio es una apuesta por elevar nuestra propuesta premium dentro del rubro outdoor urbano”, dijo Meischenguiser en un encuentro con periodistas en la fábrica y “showroom” de Perramus, en el barrio porteño de San Cristóbal.
-¿Están importando más y fabricando menos? –le consultó Clarín.
-Históricamente nuestro mix fue de 80% de producción local y 20% de productos importados. Ahora esa ecuación está en 70% y 30%, pero yo creo que vamos hacia un 50% y 50%– dijo el empresario. “Yo ya llevo 35 en la empresa y estos ciclos ya los he visto. Pasamos de una economía cerrada a una abierta y ahora la competencia pasa por quién presenta una propuesta diferenciadora. En ese punto salimos a buscar marcas donde la propuesta se complemente con la de Perramus y cerramos este convenio con Hunter”.
En un contexto de apertura de importaciones que llegan por comercio electrónico mediante envíos puerta a puerta, Meischenguiser detalló que las botas importadas desde Gran Bretaña serán más caras que en origen, pero con un techo definido de antemano, para competir contra los portales internacionales.
“La gente elige comprar afuera cuando ve que la diferencia es de un 50%, pero en nuestro caso las botas van a costar un 20% más que afuera, un equivalente a 160 dólares contra los 120 a 130 dólares que cuestan afuera. Tengamos en cuenta que nosotros al importar el producto tenemos que pagar 20% de aranceles, además del 5% de Ingresos Brutos y 21% de IVA”, explicó.
Perramus tiene integrada la producción de prendas, algunas de confección propia en su fábrica de San Cristóbal, otras que encarga a talleres de confección local y también una creciente oferta de prendas importadas. Las vende en sus locales con su marta (11 propios y 7 franquiciados) y también en una red comercial de locales multimarca en todo el país. Meischenguiser asegura que desde el año pasado están sin aumentar los precios.
“No bajamos los precios pero en los hechos venimos sosteniéndolos desde fines de 2024 sin cambios pese a la inflación. Este año venimos con una caída de 10% en unidades contra 2024 y otro 10% más si comparamos contra 2023. A mi me gusta la economía abierta, pero me parece que está demasiado abierta. Y estamos carísimos en dólares. La situación está muy difícil para la industria textil argentina”, agregó.