Racing pretende superar el disgusto que le quedó por la derrota ante Barracas Central, pero aún deberá esperar coletazos de la noche de furia. Tras el estallido de bronca que hubo en el Cilindro por el penal polémico que Nicolás Lamolina cobró sobre el final del partido contra la Academia, en el club de Avellaneda están atentos a la sanción que podría recibir Gustavo Costas por el tribunal de disciplina de la AFA, tras ser expulsado por el árbitro durante el encuentro del sábado.
El juez incluyó en su informe insultos del técnico y habrá una pena impuesta por la casa madre del fútbol argentino. Los detalles se conocerán el jueves, cunado se dé a conocer un fallo que, seguramente, comprenderá una suspensión. Si le aplican más de cuatro fechas, alguna o algunas deberán cumplirse de manera efectiva. De lo contrario, podría ir al banco mediante el pago de una multa.
El entrenador no pudo contener su furia y estalló contra el juez luego de que anulara el gol de Maravilla Martínez y cobrara una supuesta falta previa del mismo jugador contra Facundo Bruera, después de observar la acción en el VAR.
La calentura de Costas. Foto: Fernando de la Orden CLARIN
De la alegría por el cabezazo certero de su artillero el DT pasó a estar enardecido. Descontrolado, se metió corriendo en el campo de juego para increpar al árbitro con una protesta desmedida, convencido de que el penal fue inventado. Empujado por su ira, apenas recibió la tarjeta roja, pecheó a Lamolina.
Sus colaboradores, entre ellos sus hijos, quisieron apartarlo del tumulto. Pero también le gritaron y el juez, quien informó a Gonzalo (ayudante) y Federico (preparador físico). Ahora resta que la AFA cite, durante la semana, a los expulsados de la fecha para que, el que quiera, haga su descargo.
En Racing esperan una sanción lo más leve posible. Foto: Fernando de la Orden CLARIN.
Lo que dijo Gabriel Arias
Por haber sido echado, Costas no se presentó en la conferencia de prensa, algo que en cierto modo fue un alivio para el club porque temieron que formulara declaraciones uy fuertes que pudieran causarle mayores problemas. El que sí habló fue Gabriel Arias, aunque fue cauto.
«Eso lo ven ellos, para el árbitro fue penal. Qué le voy a decir… Nos hizo perder tres puntos de local que son importantes para nosotros. Es difícil hablar de estas situaciones, prefiero evitarlas y enfocarme en el club. Seguramente vamos a tener un gran semestre. Que nos sirva para ver cómo nos van a tratar», dijo el capitán en el campo de juego.
Posteriormente, en conferencia de prensa, contó lo que le dijo Maravilla sobre la jugada en al que impactó el tobillo de Bruera por la inercia del pie en el intento de rechazar una pelota: «Le pregunté a Adrián y me confirmó que primero toca la pelota. Pero son situaciones difíciles, son jugadas que a veces se cobran y otras no. Me quedo con lo que me dijo Adrián. Toca primero la pelota y después es muy difícil frenar el pie. Nos ha pasado con expulsiones, uno llega a trabar y toca el pie».
La palabra de Lamolina
Lamolina, a su vez, dio la cara y explicó su decisión. «Fue penal imprudente. Las imágenes son elocuentes. Bruera puntea el balón y Martínez lo termina impactando en la canilla. Entendemos que la decisión fue la correcta. Con la tranquilidad de haber sancionado lo que correspondía».
El árbitro, además, se refirió a la coyuntura de su fallo al decir que «entiendo que la dificultad esté en el contexto del partido porque estábamos por arriba de los 90 minutos, incluso porque vino de un gol del otro equipo, que también había que analizar por la posición (adelantada o no) de Martínez».
Lamolina, asimismo, reveló su solicitud al VAR. «Dentro de la revisión pedí velocidades normales -contó el juez-, no sólo cámara lenta porque eso puede distorsionar, los ángulos amplios. A mi modo de entender las reglas y las consideraciones reglamentarias, el penal es claro».
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