Si hay alguien en la televisión que no se guarda nada es Mirtha Legrand. Cada vez que se sienta al frente de su mesa, la Chiqui sabe que es ella quien tiene el control. Sus preguntas punzantes, su capacidad para incomodar con elegancia y ese estilo único que mezcla encanto con precisión quirúrgica, la convirtieron en una leyenda. Pero esta vez, por un rato, los roles se invirtieron.
Este sábado 28 de junio por la noche, quien logró sorprender a Mirtha fue Karina Jelinek. La modelo, que suele mantener un perfil bajo en estos últimos años, fue una de las invitadas al programa de la diva. Y lejos de pasar desapercibida, fue protagonista de un momento que descolocó -para bien- a la conductora de eltrece.
Todo comenzó cuando, al momento de agradecer la presencia de los invitados, Mirtha se dirigió con especial cariño a Karina. “Muchas gracias por haber venido, Jelinek. Yo sé que te cuesta ir a la televisión…”, dijo. Sin embargo, la modelo no dudó en interrumpirla con una frase que le llegó directo al corazón: “Sí, pero acá, Mirtha… la número 12. Es un placer y un honor para mí, nunca le voy a decir que no”.
El comentario generó risas y complicidad entre los presentes, y motivó a Julián Weich a meterse en la charla con una duda genuina: ¿cómo sabía la modelo cuántas veces había ido al programa? “¿Las tenés anotadas o te avisan?”, preguntó. Fiel a su estilo, Jelinek contestó con toda su frescura: “Me acuerdo. El archivo mental”.
EL EXCLUSIVO ANILLO CON EL QUE KARINA JELINEK SORPRENDIÓ A MIRTHA LEGRAND
Pero el verdadero momento inolvidable llegó minutos después, cuando Mirtha mostró ante cámara el obsequio que la modelo le llevó: un anillo. No uno cualquiera, sino uno lo suficientemente llamativo como para que la Chiqui se lo pusiera en vivo.
“Miren el anillo que me trajo”, dijo la leyenda de la TV mientras lo mostraba en detalle a las cámaras, contenta y entusiasmada con el obsequio. La respuesta de Karina fue directa y llena de amor por la anfitriona: “Un pequeño mimito”.
El gesto de Jelinek fue una caricia en medio de un ciclo donde por lo general las sorpresas vienen del lado de la conductora. Esta vez, fue Mirtha quien se llevó algo más que una buena charla: un regalo que se puso en el acto y una frase que confirma el respeto que impone, incluso en figuras con larga trayectoria mediática.