Los gajes del oficio de los cronistas de televisión implican una serie de singularidades complejas, que se caracterizan por esa condición de trabajar en vivo y en la vía pública. Infinidad de episodios espinosos han experimentado los movileros y ahora le tocó a Santiago Riva Roy.
En el desarrollo de la emisión del viernes de LAM, el periodista se acercó a la puerta de la casa de Cristina Fernández de Kirchner para realizar una cobertura del apoyo masivo que recibe la política, tras la emisión de la controversial condena de parte de la Corte Suprema.
Rodeado de una multitud, Santiago describió la atmósfera y se lanzó a narrar algunos detalles, como las características de los vehículos de la custodia que acompaña a la dos veces Presidenta de la Nación. “Estamos a metros de sus guardaespaldas, con los vehículos en los que se mueve”, contó.
Así como graficó el diálogo que mantuvo con uno de los agentes de seguridad: “Hay algunas personas que pude identificar, como esta camioneta que tienen los custodios. Hace minutos hablé con uno de ellos y me dijo ‘dejame en paz que quiero comer’”.
LE ROBARON EN VIVO AL MOVILERO DE LAM
En ese preciso instante, Riva Roy detectó que fue víctima de un hurto y lo ‘denunció’ al aire: “Me acaban de chorear las empanadas”. Con el estupor de Ángel de Brito y sus compañeros en el piso, el periodista exclamó su indignación: “Devuelvan las empanadas, no choreen”.
En cuanto a los detalles de los acontecimientos, el cronista narró: “Apoyé tres empanadas y mi gaseosa y cuando salió Cristina me moví y me acaban de punguear las empanadas. ¿Quién tiene mis empanadas? ¿Quién las choreó? Ahora las voy a buscar”.