El 31 de mayo y 1 de junio del 2025 quedará marcado en el corazón y la memoria de Airbag y todos sus fanáticos. Es que este fin de semana, la banda de rock hizo historia y brindó dos shows en el Estadio Monumental, presentando su último álbum «El club de la pelea I», pero también haciendo un repaso por sus más grandes éxitos.
Este sábado y domingo, Airbag hizo historia en River. Tres hermanos, veinte años de carrera, una banda que fue subestimada durante años… y que ahora está donde siempre soñó: en lo más alto del rock argentino.
Desde hace casi tres años atrás, el crecimiento de los hermanos Sardelli es sorprendente: ocho Luna Park, un Argentinos Juniors, dos Movistar Arena, cuatro Vélez y, para coronar, dos River. Sin dudas, esto generó una expansión en el público y se convirtieron en uno de los grupos de música más convocantes del momento.
La magia comenzó el sábado y cerró este domingo. Ambas fechas estaban completamente sold out, lo que suma un total de 140 mil personas.
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El reloj marcaba las 21:10, cuando las luces se apagaron, los fuegos artificiales comenzaron y Patricio, Guido y Gastón salieron al escenario. Ambas noches, el show comenzó con «Jinetes Cromados», «Anarquía en Buenos Aires», «Perdido» y «Corazón Lunático».
La euforia fue total y la noche siguió con más éxitos y presentando nuevas canciones de su último álbum. Con las voces de los hermanos Sardelli brillando en cada bloque de los espectáculos, el clima en el Monumental se ponía cada vez más caliente.
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Desde las primeras luces hasta el último acorde, River vibró con una puesta en escena imponente: pantallas gigantes, fuego, efectos visuales y una banda afilada que no se guardó nada.
«Por mil noches», “Solo aquí”, “Noches de insomnio” también sonaron en el estadio más grande de Argentina. Un solo de Guido que arrancó ovaciones y puso la vara altísima. Gastón, carismático y enérgico, llevó la voz de miles que coreaban cada palabra. Patricio sostuvo el ritmo de un espectáculo que fue de lo íntimo a lo grandilocuente.
Cuando llegó el turno de «Cae el sol», comenzó el «ritual» que se hace en cada presentación. Pato instó al público a «dejar de lado los problemas, la política de todos los días, el trabajo, las traiciones. Todo eso que está en nuestra cabeza todas las noches. Para las personas que ya no están con nosotros pero los tenemos en nuestro espíritu y eso hace que estén presentes todo el tiempo. Vamos por eso, olvidarnos de todo lo malo por un rato, vamos a usar la música que es lo único que nunca nos traiciona y que hoy nos reunió a todos acá».
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Uno de los momentos con más magia de la noche fue cuando Patricio se sentó al piano para tocar El sueño del pibe de Enrique Campos. Más tarde, llegó el momento más patriota del show y los Sardelli tocaron un instrumental del Himno Nacional que sacudió al estadio.
Para coronar dos noches increíbles y que quedarán en la memoria de todos, Airbag cerró con «Como un diamante», «Kalashnikov» y «Solo aquí». Después de despedirse del público y agradecerles por acompañarlos en estos dos días emocionantes, dejaron el escenario con «Por una cabeza», el clásico de Gardel.
En un país donde llenar River es sinónimo de llegar a la cima, Airbag no solo llegó: se lo apropió con una identidad propia, mezclando rock clásico, guiños sinfónicos y una actitud punk que nunca abandonaron.
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