martes, 22 abril, 2025

Sacando cuentas a futuro: afectará la IA a la jubilación?

Las primeras señales indican que los trabajadores con mayor formación y experiencia en inteligencia artificial, aquellos que confían en sus beneficios futuros, son los más propensos a retrasar su retiro. Pero ¿qué pasará con el resto?

Un modelo económico desarrollado para entender esta cuestión identifica cuatro aspectos fundamentales que influyen en la relación entre la inteligencia artificial y la jubilación:

  • Nivel de formación. No todos los trabajadores parten con la misma preparación para adaptarse a este salto tecnológico.
  • Acceso a empleos con IA. No en todos los sectores se implementará esta tecnología.
  • Beneficio de la IA. No todas las empresas ni todos los empleados aprovecharán la IA de la misma manera.
  • Deterioro por edad. Con el tiempo, ciertas habilidades, como la memoria y la atención dividida, pueden debilitarse.

Este modelo señala que los trabajadores se dividirán en dos grandes grupos:

  • Los que siguen el patrón tradicional de retiro. Quienes trabajan en sectores donde la IA no tendrá un papel clave. Por ejemplo, un cuidador en una residencia rural, cuyas tareas de alimentación e higiene difícilmente puedan ser automatizadas. En estos casos, prolongar la vida laboral dependerá más de la salud y de las condiciones de trabajo.
  • Los que seguirán trabajando gracias a la IA. Quienes desempeñan profesiones donde ya está o estará muy presente, pues la inteligencia artificial refuerza las habilidades que se deterioran con la edad, permitiéndoles seguir activos por más tiempo.

Aquí viene la sorpresa: no serán los trabajadores más cualificados quienes más prolonguen su vida laboral, ya que dependen más de su propio conocimiento. Podrán retrasar la edad de retiro los profesionales de la salud, la educación y con formación profesional, porque serán quienes más se beneficien de la IA. La ayuda de la inteligencia artificial para diagnosticar, solucionar y prevenir fallos en instalaciones eléctricas, por poner algunos ejemplos, es ya una realidad.

¿Qué pueden hacer gobiernos y empresas?

¿Qué pueden hacer gobiernos y empresas? No todo depende de la inteligencia artificial. Muchos empleos seguirán sin cambios tecnológicos significativos, por lo que seguirá siendo clave proteger la salud y las condiciones laborales de los trabajadores si se quiere que permanezcan activos más tiempo.

Será fundamental ampliar el uso de la IA. Para ello, las empresas deben asegurarse de que los ingresos por el uso de la inteligencia artificial sean mayores que los costos. La inversión en IA no solo implica adquirir tecnología, sino también capacitar a los empleados y remunerar adecuadamente a quienes la utilicen. Si esto no sucede de manera natural, las administraciones públicas pueden intervenir para impulsar el proceso.

Entonces, ¿quiénes trabajarán más tiempo gracias a la IA? No serán necesariamente los más cualificados, sino aquellos en sectores donde la tecnología compense las habilidades que se pierden con la edad. Profesiones como educadores, sanitarios, plomeros, reparadores y electricistas podrían ser las que más extiendan su vida laboral, siempre que la IA esté ahí para apoyarlos.

* Profesora titular de Análisis Económico, Universidad de Zaragoza / Publicado originalmente en The Conversation.

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