Cuando la temporada entre en zona de definición en los dos frentes, porque se vienen los partidos que van a encaminar la clasificación a octavos de la Libertadores y porque, luego del clásico, casi que van a estar decididos los mano a mano del Apertura de la Liga, y para bien de River, el equipo de Gallardo llega con la ilusión de haber recuperado sellos y marcas en la identidad de juego.
1 – Efectividad
En los 14 partidos del torneo local, River nunca se había ido ganando al entretiempo, sólo una vez había convertido un gol en los primeros 45, nunca había pasado la marca de dos goles y tenía menos gritos que partidos jugados.
Todas esas marcas negativas las rompió en el 3-0 contra Gimnasia LP, y por primera vez en el año tiene más goles anotados que partidos jugados en la Liga. Si se cuentan los otros 4 partidos oficiales, al menos no está en saldo negativo en ese rubro.
Esa efectividad se notó en las estadísticas del partido, porque con el 56 por ciento de tenencia de pelota pudo patear en media docena de veces, pero esta vez cerca de la mitad de esos tiros fueron al arco y anotó tres goles, algo inédito en el año.
2 – Tenencia ofensiva
Por segunda vez en lo que va del año —ya lo había logrado ante Atlético Tucumán cuando no pudo abrir el arco rápido y sufrió— la tenencia de pelota, que siempre fue superior a todos los rivales que enfrentó, fue ofensiva.
Es decir, que el equipo de Gallardo tuvo la pelota mucho tiempo en campo rival, con los centrales altos y los laterales en zona media. Por eso, Gimnasia tuvo sus contras y sus chances de gol, a pesar del resultado.
3 – Presión alta
La recuperación alta y la presión post pérdida siempre fueron un sello de Gallardo que, ni en los partidos del 2024 ni en los de este 2025, había podido sostener lo que le dé resultados. Algo de eso se vio en La Plata.
Es más, el tercer gol llega por ese camino, con una pelota recuperada por el lateral en la banda izquierda que le permitió al equipo encontrar pases en espacios reducidos y avanzar hasta terminar en el gol de Rodrigo Aliendro.
Por esa vía, River logra poner volantes en zona de ataque, porque buscan los espacios que dejan las salidas de los rivales. Ante el Lobo, dos volantes hicieron goles, y eso es lo que necesita el equipo cuando no tiene un goleador definido.
4 – Individualidades destacadas
Una cosa lleva a la otra en el fútbol, y el buen andar del equipo permitió también que sus figuras se destaquen y haya peleas en el podio de los mejores. Mastantuono y Driussi son un claro ejemplo de ese círculo virtuoso.
También se nota que la dupla Castaño-Enzo Pérez volvió a poner al volante central en zona de alta jerarquía, algo que no había podido encontrar en todos estos partidos desde su regreso a vestir la casaca de la que es hincha.
5 – Recambio
El último sello de esta remontada que planea Gallardo tiene que ver con el recambio de jugadores, tan necesario. Y si bien no es algo muy notable, el ejemplo de Aliendro y su gran partido en La Plata es un muy buen dato.
Ahora necesita que se sumen a esa lista jugadores como Milton Casco, Germán Pezzella, Nacho Fernández y el propio Miguel Borja, que no puede meterse en esa zona de los 16 jugadores, ahora por una lesión.