Es difícil precisar un dato numérico de ayer en Plaza de Mayo. Las fotos son contundentes. La energía emotiva que se vivió fue gigante. Tanto como la convocatoria. No hubo medio masivo de comunicación, ni participante activo de la jornada que no destacara un dato saliente: la unidad lograda entre la mayoría del EMVyJ y la Mesa de Organismos de DDHH. Pero no por inercia: hubo voluntades políticas, determinación, polémicas, hipótesis y pronósticos sobre el acontecimiento de ayer. Hoy es momento de un primer balance a fondo. Dejamos nuestro punto de vista como partícipes del evento.
Impresionante. Los 24 de marzo son una medida de la temperatura de nuestro pueblo. Del grado activo de conciencia en relación a un dato crucial: el genocidio, los 30 mil y las continuidades económicas de aquella etapa. Esta fecha y la respuesta callejera en Plaza de Mayo y en todo el país, despliega el acumulado de reservas democráticas que existen en el país. Ayer el veredicto fue categórico: el proyecto ultra-reaccionario, fascistoide de Milei-Bullrich y su pandilla, tiene un escollo de un espesor muy grande para consolidar su orientación. Pero las movilizaciones masivas no actúan exclusivamente como mensaje hacia el polo que enfrenta, sino que también actúan como estímulo a la voluntad de luchar de los que participan. Son un potentísimo bálsamo de autoconfianza, de fuerza, de impulso hacia adelante. Los que participamos de la jornada unitaria de ayer lo vivimos así y nos fuimos con la energía renovada, en una etapa donde nos toca enfrentar un desafío novedoso después de más de 40 años como es la apuesta neo-fascista que gobierna. La alegría abajo, en la Plaza, era contagiosa. La emoción arriba, en el escenario, de Adolfo, Elia, Estela, Taty y todas las Madres y Abuelas, equivalente por mil. Las organizaciones del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, la Mesa de Organismos y todos los que activamos para construir la acción multitudinaria e histórica de ayer nos fuimos altamente tonificados.
La confluencia lograda, el contenido del acto
Hacía casi 20 años que no había un 24 de marzo unitario. Esa fragmentación no fue positiva. Las organizaciones que allá por 2006-2007 nos reagrupamos en el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, lo hicimos en defensa de una posición independiente del Estado y todos los gobiernos. Porque esa fractura no la provocamos nosotros, los que hoy integramos el Encuentro: fue el kirchnerismo gobernante el que se dio una política de asimilación estatal de una fecha que no le pertenecía a ninguna y que condicionó año a año actos que eran reivindicaciones oficialistas y en años electorales, de campaña directamente. Esa realidad nos obligó a desplegar con mucha decisión, con organismos de DDHH que mantuvieron su independencia, jornadas en esta fecha delimitadas de las que se amalgaban por sus componentes, escenario y, sobre todo, por el mensaje político de sus discursos a las políticas y estrategias gubernamentales. Lo sostuvimos, lo defendimos y fue correcto hacerlo así. Desde ese balance, esa historia y la comprensión del presente, ya desde el año pasado y más fuerte todavía en este 2025, la mayoría de los integrantes del EMVyJ (más de 40 organizaciones) entendimos que era clave intentar un 24 unitario en la diversidad.
Es decir: tender un puente a la Mesa de Organismos para explorar la posibilidad de lo que esta etapa en particular de nuestro pueblo demanda: unificar en las calles, en la acción movilizada, las más contundentes respuestas posibles contra el proyecto libertario. Y lo hicimos, militamos para eso, con varios puntos de referencia como apoyo:
- Proponer una unidad que no nos diluya como espacio.
- Plantear un mensaje político duro contra Milei-Bullrich-Villarruel y su negacionismo, además de cuestiones de orden social, económico e incluso internacional.
- Acordar una construcción y dirección compartida de todo el acto.
- Y obviamente, hacer todo, preservando la unidad e independencia del EMVyJ como patrimonio común de todos los que le pusimos el cuerpo y el sostén durante casi 20 años.
Para todo eso, hicimos por un lado un documento del Encuentro -que elaboramos todos-, planteamos un esquema de Plaza unitaria a la Mesa de Organismos con un mensaje político muy claro que fue lo que se leyó en el escenario y trabajamos a interior del EMVyJ para que la posición de la mayoría se llevara adelante, contemplando, además, un formato de intervención que contuviera a la totalidad.
Así actuamos. Así nos movimos. Y el balance es que los acuerdos en la Plaza se cumplieron 100 %: la representación del EMVyJ y la de la Mesa de Organismos actuaron en equipo para garantizar lo pactado. Sin maniobras, ni deslealtades.
Se leyó un mensaje que volvemos a compartir para el que lo quiera revisar, pero es contundente [1]:
Plantea que Milei y Bullrich se tienen que ir
- Exige la apertura de archivos desde 1974, ergo, la etapa de la Triple A.
- Denuncia al FMI y la deuda.
- Rechaza el DNU 70, el RIGI y el modelo extractivista.
- Exige a todas las centrales obreras paro y plan de lucha
- Se solidariza con el pueblo palestino
Estas y otras definiciones muy correctas, que hacen parte de banderas identitarias del EMVyJ perfilaron un mensaje político total y complemente compatible con lo que venimos levantando en las últimas dos décadas.
De hecho, la firme determinación de los que nos jugamos desde el Encuentro por esta línea junto con la evidente crisis del peronismo, hicieron posible una confluencia de la naturaleza que logramos.
El MST y otras fuerzas pechamos con los organismos del Encuentro por esa orientación y logramos que los componentes mayoritarios de la Mesa de Organismos también actuara en unidad esta vez hacia una política el 24 M que no tuvo nada que ver con un acto electoral, del PJ o alguna de sus alas o la burocracia sindical.
Esas fueron algunas de las claves decisivas para lograr la acción fuertísima y de masas de ayer.
Dos posiciones, dos políticas, dos concepciones en el EMVyJ y la izquierda
Pero, además, es muy importante que se tenga en cuenta cómo los que nos jugamos por el acto en la Plaza, convencidos, a la vez tuvimos propuestas para asegurar la unidad del EMVyJ:
- Se propuso un esquema de concentrar juntos, leer el documento de nuestro espacio y marchar hacia la Plaza con libertad para el que quisiera ser parte.
- No obstaculizar esa línea, asumiendo las pocas organizaciones que militaron contra la unidad, que estaban en franca minoría en una relación de 10 a 1 respecto a las que queríamos ir al acto unitario que construimos.
Lamentablemente, PO-PTS, secundados por IS, el NMAS y algún grupo más no aceptaron la realidad de su ubicación minoritaria y actuaron para confundir, bloquear, e incluso hasta usurpar la identidad del Encuentro al final. Y se equivocaron en cada pronóstico e hipótesis que plantearon.
Ayer en la Plaza, gravitó la unidad de los organismos de DDHH, la masividad popular de la concurrencia y el dato, potente, de la unidad lograda en la diversidad. Ni acto electoral del peronismo, ni impronta de la burocracia sindical, ni nada de eso. Esto fue notorio para cualquier análisis de elemental honestidad ayer. Por eso, la articulación del EMVyJ que fue protagonista en la Plaza, sale muy fortalecida de lo conseguido.
Pero es un hecho, que este 24 puso en tensión y debate a fondo la ubicación de las principales fuerzas políticas del FIT-Unidad. Y el repaso, la valoración de lo que hizo cada una, es importante para que todo el activismo lo registre, reflexione y saque sus propias conclusiones. Nosotros, lógicamente, presentamos los hechos y nuestra evaluación:
- El PO rechazó desde el principio cualquier intento de unidad. Militó por dos actos y dos marchas, siempre. La división en las calles del movimiento de DDHH es una estrategia permanente para este partido. Es una cara de su naturaleza. La que muestra y proclama: el sectarismo. Pero lo importante es analizar la consecuencia de esa línea, que es regalarle la iniciativa a las fuerzas que dice combatir. El PO se esconde, renuncia a disputar (en este caso una acción unitaria en la diversidad) y prefiere en todo caso, que el EMVyJ y la izquierda no tengan nada para decirles a las decenas y decenas de miles que marchan a la Plaza. Se conforma con hacer su acto, para su militancia y punto. Quedarse al margen sin pelear. El registro de lo ocurrido ayer expresa esta distorsión de la realidad: la web de PO no habla de la Plaza masiva, habla de “su acto”. No existió para este partido la Plaza de 300 o 400 mil personas. Sí existió su acto marginal, en un costadito de la Plaza cuando ya la multitud no estaba. Es toda una concepción.
- Lo del PTS fue incluso mucho más lamentable. En las reuniones previas, en las mil instancias del EMVyJ, hasta una semana antes del 24, decía estar por la unidad en la Plaza. Incluso aportó consignas que se incluyeron y leyeron en la Plaza ayer. Más todavía: fue parte del acuerdo que se publicó para preservar un esquema de unidad del Encuentro con cita de arranque común, lectura del documento y marcha a la Plaza con libertad para actuar allí. 72 h antes de todo esto ya encaminado, fueron desplazados sus representantes en el Encuentro, y aparecieron los dirigentes nacionales del partido de Bregman para dar un ultimátum: anulación del trabajoso acuerdo logrado, otro acto en la Plaza, no lectura del documento en el punto de arranque y una propuesta de horario para impedir que fuéramos a la Plaza las 42 orgas del Encuentro que lo queríamos hacer. Es decir: el PTS fue y vino varias veces, maniobró, intentó confundir, cansar, desmoralizar e impedir que la mayoría del EMVyJ lleváramos adelante la política de unidad en la diferencia que considerábamos la mejor en esta coyuntura. Pero ahí no terminan las volteretas de esta organización, desgraciadamente: ya en La Izquierda Diario, directamente se falsea y manipula completamente la realidad al servicio del puro cálculo electoralista. Se dice que hubo “una marcha unitaria con dos documentos” (?) e insólitamente en esa web y en las cuentas de Bregman se amalgaman fotos de la Plaza unitaria que combatieron hasta el último minuto y de la propia candidata marchando con su partido después que terminó todo ayer. Insólito. Lamentable. Mentir con fines electoralistas poco tiene que ver con una posición valiente, coherente y consecuente de izquierda.
No merecen mucho espacio el rol de otras fuerzas como IS que fue furgón directamente de PTS-PO o el NMAS, que ya para el delirio completo presenta la acción marginal que hicieron al final de la Plaza de masas, como “un gran acto del EMVyJ”. Realidad paralela y usurpación de la identidad colectiva del Encuentro.
En fin: en el Encuentro y en toda la izquierda hubo dos políticas, dos concepciones, y dos orientaciones. Esta que describimos es la de quiénes eligieron darle la espalda a una oportunidad histórica para contribuir con protagonismo a una acción políticamente positiva ya que conseguimos llevar a una orientación correcta de unidad a la Mesa de Organismos que rompió con su dinámica de los años anteriores con actos en los cuales tuvo peso determinante el peronismo. Esta vez nuestro MST junto a otras 41 organizaciones del EMVyJ fuimos parte activa de lo que ayer ocurrió en Plaza de Mayo y quedará para la historia.
Con el orgullo de haber estado donde había que estar
En política, el timing, el sentido de oportunidad, es decisivo. El aprovechar las oportunidades y asumir las responsabilidades históricas que tocan a cada organización es fundamental para incidir, para pesar, para influenciar positivamente.
Nosotros como partido, nuestro colectivo de DDHH el CADHU (Centro de Abogados por los Derechos Humanos), fuimos animadores e impulsores del EMVyJ desde su origen. No lo dudamos. Pero nunca lo hicimos festejando que hubiera siempre dos actos, dos marchas los 24 de marzo. Sino asumiendo la necesidad de defender una posición independiente ante la estatización de la fecha. Pero ya desde el año pasado, y ni hablar en este 2025, comprendimos junto a la mayoría abrumadora del EMVyJ que era indispensable trabajar para una Plaza de unidad sin perder la fisonomía de nuestro espacio. Nunca fue unidad por la unidad. Pero menos que menos la cerrazón sectaria del que se niega a ser protagonista o las especulaciones de los que razonan en función de algún cálculo electoral. Protagonistas de la unidad en la diferencia. Ayer le dimos un duro golpe al proyecto fascistoide que gobierna. Pero también a los que no se hacen cargo de lo que contribuyeron a que llegara o que dejan correr sin hacer mucho desde hace 15 meses. La política por la que batallamos (no solos, sino no se hubiera podido), sino junto a un bloque de fuerzas muy cualitativo del Encuentro es más que una táctica de circunstancias: es la concepción de una fuerza que considera que hace falta una izquierda anticapitalista, socialista, centrada en la lucha de clases (y de calle) pero con vocación de mayoría, de disputar centralidad e influencia política, de construir algo realmente nuevo para superar al peronismo como proyecto en todas sus variantes.
Con esa vocación. Con ese espíritu. Orgullosamente socialistas.
[1] https://periodismodeizquierda.com/24m-documento-leido-en-la-marcha-unitaria-a-en-plaza-de-mayo/