Al ingresar en Rachel Feinstein: The Miami Years, la primera muestra individual de la artista neoyorquina en la ciudad donde creció, el visitante queda inmerso en un túnel verde y negro, una de las piezas encargadas para esta exposición en el Bass Museum of Art, Old Cutler Road. Es apenas un pasillo, pero la obra —un empapelado a partir de los dibujos de Feinstein sobre la antigua ruta tropical que corría detrás de la casa de la artista en Coral Gables— logra que las calles de Miami Beach, donde se halla el museo, queden drásticamente atrás. El visitante ha caído en un manglar del sur de Florida, como si hubiera entrado a un bosque inquietante que conduce al mundo interior de Feinstein.
El huracán Andrew se llevó esos árboles —”Fue como si mi infancia hubiera desaparecido”, dijo la artista a The Miami Herald— y la vida hizo lo mismo con tantas otras cosas que aparecen en la otra obra realizada para esta muestra, Panorama of Miami: el parque Parrot Jungle, el Miami Serpentarium, la vida nocturna sórdida durante los años peligrosos del narco en South Beach, la instalación de tela rosa de Christo que envolvió 11 islas de la bahía de Biscayne en 1983.
Pero también hay cosas que persisten, tan cambiadas como Feinstein, que por entonces era una modelo y una extra en la serie Miami Vice y hoy, a los 53 años, es una artista reconocida a la cual representa una de las galerías de arte más importantes del mundo, Gagosian: las instalaciones del Vizcaya Museum and Gardens, el hotel art deco Breakwater, el Miami Seaquarium y el emblema cubano del restaurante Versailles. La transfiguración —del tiempo, del arte— está en el centro de esta muestra que se suma a Miami Art Week 2024. Incluso en la elección del soporte: la obra está pintada sobre un espejo de nueve metros de largo, una reinterpretación de la práctica italiana del siglo XVI.
Rachel Feinstein: The Miami Years reúne esculturas, pinturas y videos que recorren las tres décadas de carrera de la artista. “La exposición habla ampliamente del impacto que Miami, como un espacio de fantasía y realidad, ha tenido en su práctica y en su yuxtaposición de lo sublime y lo mundano”, dijo James Voorhies, curador de The Bass a la publicación Gallerie. Así conviven en la muestra un bote aerodeslizador con el nombre de Kate —una sobrina de la artista, muerta a los 19 años— y el Jazz Brunch que se brindaba luego de una noche estilo Scarface en los ochenta; los loros que la madre de Feinstein adoraba y una bola de espejos de discoteca deconstruida.
La exposición de Feinstein en The Bass subraya el vínculo especial de la artista con un lugar que definió su imaginación, aunque lo abandonó en los noventa para estudiar en la Universidad de Columbia, en Nueva York. Allí exploró la teatralidad y el artificio que definirían su obra, y la diversidad de medios que la sostienen. En 1994 participó en varias exposiciones colectivas en su ciudad de adopción, la más conocida de las cuales, Let the Artist Live!, en Exit Art, marcó un giro en su carrera: presentó una gran casa de pan de jengibre, inspirada en el castillo de la Bella Durmiente, en la que vivió durante la muestra.
Allí conoció a John Currin, otro artista, quien quedó fascinado con su trabajo y pronto con ella: Feinstein se convirtió en su modelo recurrente y cuatro años más tarde se casaron en Miami, en el parque Parrot Jungle. El evento fue en sí una performance artística —las damas de honor, o más bien de horror, se vistieron al estilo de las perfectísimas esposas de Stepford de la novela de Ira Levin— y hoy integra la muestra en The Bass, en un video en Super 8 que se ve en una sala dedicada.
Feinstein participó en la primera edición de Greater New York del MoMA PS1 en 2000, y en 2001 tuvo su primera muestra individual en la galería Marianne Boesky de Nueva York, con grandes esculturas y un espacio transformado en un salón blanco rococó inspirado en los palacios imperiales de Múnich y Viena. Esas ideas se pueden ver en la exposición en The Bass, en una serie de pinturas sobre las mansiones de Los Ángeles, que combinan personajes vestidos como la aristocracia europea del siglo XVIII con automóviles de lujo del XXI.
La primera retrospectiva de Feinstein tuvo lugar en 2019 en el Jewish Museum de Nueva York: Maiden, Mother, Crone. Como esta en Miami, reunió esculturas, pinturas y videos, y trabajó temas asociados al género, el lujo y el artificio. En 2023 sus obras en diálogo con el gótico y el rococó fueron presentadas junto a piezas del Renacimiento y el Barroco en tres museos de Florencia: el Palazzo Medici Riccardi, el Museo Stefano Bardini y el Museo Marino Marini.
“Para mí es muy conmovedor exponer en Miami”, dijo Feinstein a Wallpaper sobre su unipersonal en The Bass, que se puede visitar durante la Semana del Arte dd Miami. “Tiene estos extremos locos, entre el bien y el mal, la oscuridad y la luz, lo masculino y lo femenino, y todo ello ha sido muy importante para mí de forma inconsciente”, analizó. Quizá también por eso la realización de Panorama of Miami, una de las dos obras especialmente creadas para la muestra, consistió en una serie de pasos —primero un collage de imágenes de archivo sobre papel pintado; luego dibujos sobre el collage, luego un dibujo del collage intervenido y finalmente una pintura sobre el dibujo completo— para tomar distancia de la emoción cruda.
Dónde: The Bass Museum of Art, 2100 Collins Ave, Miami Beach, FL 33139
Cuándo: de miércoles a domingo, de 10 am a 5 pm
Cuánto:
Entrada general: USD 15 por persona
Entrada para adultos mayores (más de 65 años) y estudiantes: USD 8 por persona, con identificación