viernes, 27 diciembre, 2024

River y el nostálgico adiós del Diablito Echeverri al Monumental

Cuando Claudio Echeverri pise este domingo la hierba del Liberti, el Diablito caerá en la cuenta de lo rápido que el tiempo es capaz de pasar.

Pisará -con alto grado de nostaglia- la misma hierba híbrida sobre la que hizo su debut hace 581 días y donde celebró su primer título hace 497. Verá el arco que da hacia Figueroa Alcora, ese en el que metió su primer gol hace 264. Y observará hacia la tribuna, donde su familia acompañará con idéntica melancolía el adiós Monumental.

Echeverri se besa el escudo de River tras su gol ante Belgrano. (Photo by ALEJANDRO PAGNI / AFP)

Habrá una fecha más, sí. Pero Echeverri ya no jugará otra vez en Núñez. No en este ciclo en River, al menos: su destino, pasadas las vacaciones, el chinchín de Fin de Año y el festejo de su cumpleaños, estará en Manchester. En ese City que se comprometió a invertir € 18 millones fijos -y otros €9 M en variables- para asegurarse al juvenil de 18 años al que Diego Placente espera poder contar en el Sudamericano Sub 20 que se desarrollará en Venezuela, ya entrado enero de 2025.

Un talento moldeado en Villa Río Negro, pegadito a Resistencia, que se mudó siendo muy pibito a Buenos Aires para ser criado futbolísticamente en las canchitas de Hurlingham. Ahí donde la semilla germinó y a dejó los primeros registros de video lo que era capaz de hacer en una cancha.

Echeverri sabe que todo eso quedó atrás. Como los banderazos en Chaco para celebrar a sus ídolos, los mismos a los que veneraba en el poster de su habitación. Que su adiós al hogar de Núñez será ante Central.

Echeverri festeja su gol ante Nacional de Uruguay por Libertadores. EFE/ Juan Ignacio Roncoroni

Casi como si se tratara de un giro literario de su propia carrera, el Diablito se despedirá del Monumental ante el mismo rival contra el que gritó campeón por segunda vez. El de aquel título recordado más por su ya perdonado desliz (un “no voy a renovar” que había sido leído como una muestra de ingratitud). Pero ahora jugando con 85 mil personas que querran ver a su hijo pródigo romperla por última vez. Que tenga ese partidazo que no pudo disfrutar a pleno, consagratorio, que lo eternice hasta la vuelta. A la altura de todo lo que generó. De lo que puede generar y el físico, por falta de una pretemporada extra large, no le dejó dar, más allá de sus 46 partidos desde su estreno. Y cuatro goles.

Le hubiera gustado otro adiós a Echeverri. Que la fiesta fuera hace una semana, en la final de la Libertadores que soñó alzar. Para eso puso como condición de transferencia seguir en el club hasta diciembre de 2024. Por eso puchereó en público y en privado luego de caer ante Mineiro. Sintió el golpe. Como jugador. Como hincha, también.

El Diablito Echeverri, uno de los más queridos por el hincha (prensa River).

Será una última chance. Last chance. Last dance. Mientras mentalmente ya prepara su futuro -tuvo diálogos con Pep Guardiola hace algunos meses; intensificó sus estudios de inglés durante el 2024 para estar lo más adaptado posible a su nueva vida- a la vez el creativo ya empezó a imaginar esta última vuelta. Incluso ya mantuvo una charla en la intimidad con Marcelo Gallardo, el deté que supo advertir hace un mes que al chaqueño “todavía le falta asentarse en el fútbol argentino y desarrollar su físico”. Oportunidad que ya no tendrá, por caso.

Porque Manchester lo espera. Pero él antes necesita algo. Quedar en los libros. Irse como soñó hacerlo: con gloria. Rompiéndola. Siendo el Diablito que ilusionó. Dejándole a su gente las ganas de volverlo a ver.

Los goles de Claudio Echeverri en esta temporada con River

River Plate –  

El golazo del Diablito Echeverri ante Nacional

Video: FOX Sports.

River Plate –  

Así fue el festejo del gol de Echeverri junto a Borja para el 1 a 0 ante Belgrano

Facundo Santarossa

Más Noticias

Noticias
Relacionadas