Fabio Ochoa Vásquez, uno de los fundadores del cartel de Medellín y socio de Pablo Escobar, fue liberado tras cumplir 26 años en una prisión de Estados Unidos.
Según informó El Tiempo, las autoridades estadounidenses comunicaron a sus homólogas colombianas que Ochoa, de 67 años, quedó en libertad y está bajo custodia de una agencia federal mientras se decide su proceso de deportación a Colombia.
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Ochoa fue condenado inicialmente a 30 años de cárcel por el envío de más de treinta toneladas de cocaína a Estados Unidos entre 1997 y 1999. Sin embargo, su colaboración con la justicia le permitió obtener una reducción de su sentencia.
A pesar de su liberación, las autoridades están investigando si Fabio Ochoa tiene procesos pendientes en Colombia. Según sus abogados, Ochoa no solicitó asilo en Estados Unidos, ya que su objetivo es regresar a su país natal, donde, aseguran, no enfrenta ninguna pendiente con la justicia.
Fuentes de la Policía Nacional indicaron que en los próximos días, una agencia federal de Estados Unidos tomará la decisión sobre si Ochoa será deportado a Colombia o no
El exlíder del cartel de Medellín fue implicado en varios delitos, incluyendo el asesinato de Barry Seal, un piloto que trabajaba para el cartel y que se convirtió en informante de la DEA. Este crimen ocurrió en febrero de 1986 y fue uno de los cargos que enfrentó en Estados Unidos.
Fabio Ochoa es parte de una familia conocida en el mundo del narcotráfico, junto a sus hermanos Juan David, Jorge Luis y Martha Nieves. Su liberación marca un nuevo capítulo en la historia de uno de los clanes más notorios del narcotráfico colombiano, que tuvo un papel central en el tráfico de drogas hacia Estados Unidos durante las décadas de 1980 y 1990.
Fabio Ochoa Vásquez, uno de los líderes más notorios del Cartel de Medellín, fue extraditado a Estados Unidos en septiembre de 2001, donde un jurado de Miami lo declaró culpable de narcotráfico en 2003.
Fue sentenciado a 30 años de prisión por delitos relacionados con la trata de personas, conspiración y distribución de cocaína, según informes de la Policía Nacional de Colombia.
El Cartel de Medellín, fundado por Pablo Escobar Gaviria, utilizó la violencia y la corrupción a principios de los años 90 para presionar al gobierno colombiano contra la extradición de sus líderes, conocidos como “Los extraditables”, según la Administración para el Control de Drogas de EE.UU. (DEA).
A pesar de la prohibición de la extradición en la Constitución de 1991, las fuerzas del orden lograron debilitar al cartel. En diciembre de 1990, Fabio Ochoa se entregó a las autoridades tras un decreto presidencial que garantizaba la no extradición para quienes se entregaran, según el Centro de Memoria Histórica de Colombia.
La captura de los hermanos Ochoa, incluyendo a Jorge Luis y Juan David, marcó el declive del Cartel de Medellín, un proceso que culminó con la muerte de Escobar en 1993. Tras la desaparición de Escobar, el Cartel de Cali ganó prominencia, presentándose como empresarios legítimos y expandiendo su tráfico de cocaína, según la DEA.
En 1996, Fabio Ochoa fue liberado tras cumplir con las condiciones de su condena, pero en 1999 fue arrestado nuevamente durante la Operación Milenio, una investigación conjunta de la DEA y la Policía Nacional de Colombia.
Esta operación reveló que Ochoa continuaba sus actividades de tráfico de drogas junto a Alejandro Bernal-Madrigal, alias Juvenal, y otros, mediante interceptaciones electrónicas que mostraron el funcionamiento interno de la industria de la cocaína.
En 2013, la Policía Nacional de Colombia llevó a cabo una operación de extinción de dominio sobre 116 bienes de Fabio Ochoa, valorados en unos 6 millones de dólares de la época. La Policía afirmó que Ochoa había insertado su fortuna en el sistema financiero mediante la compra, venta y administración de bienes a través de testaferros.