Sevilla, 30 nov (EFE).- Los 1.100 delegados socialistas reunidos en Sevilla en el 41 Congreso Federal del PSOE abordan el debate de la ponencia marco que marcará el rumbo de la formación, a la espera de que su líder, Pedro Sánchez, proponga una nueva Ejecutiva en un ambiente muy marcado por los procedimientos judiciales que afectan al partido.
Ayer viernes los prolegómenos del cónclave ya fijaron el paso que el socialismo quiere dar a esta cita, con la que sus dirigentes se han conjurado para «sacar pecho» por los avances conseguidos con Sánchez el frente del Gobierno, reivindicando el valor de las políticas de izquierda y haciendo valer la necesidad de darles continuidad.
Aunque ausente, el ya exlíder del PSOE madrileño, Juan Lobato, está presente en muchos de los corrillos y es tema de conversación recurrente de pasillos, no solo por su declaración ayer mismo en el Tribunal Supremo poco antes del inicio del congreso sevillano, sino por la crisis que de nuevo se abre en el seno del socialismo madrileño.
Lobato declaró como testigo en relación a las filtraciones de documentos relacionados con el novio de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, investigado por fraude a Hacienda y falsedad documental y dejó al juez su móvil para que se copie la información referida a sus conversaciones con la Moncloa que desembocaron en su renuncia.
No obstante, los socialistas intentan pasar por encima de los incómodos efectos que puede acarrear este asunto y procuran centrar todos sus mensajes en los esfuerzos del partido en favor de una España que «adelanta por la izquierda», el lema del congreso.
Pedro Sánchez, que al no haber tenido rivales para ocupar la secretaría general del partido ya continúa como máximo líder del PSOE, propondrá la Ejecutiva que a partir de ahora tomará el rumbo del partido y cuyos miembros votarán los delegados mañana domingo.
Poco se sabe del alcance que puedan tener estos cambios, con la mirada puesta especialmente en el secretario de Organización, Santos Cerdán, objeto de las acusaciones de corrupción derivadas del caso Koldo, y en la vicesecretaria general María Jesús Montero, otro puesto clave en el organigrama de la formación.
La presión derivada del caso Koldo y sus ramificaciones, así como por las investigaciones judiciales que afectan a la esposa de Pedro Sánchez y a su hermano David, también planean sobre el cónclave, aunque los socialistas se afanan en denostar estos casos como un producto más de los ataques de la derecha para sacar al socialismo de La Moncloa.
Entre tanto, el reto para este sábado será cerrar el texto final de la ponencia marco, a la que se han presentado más de 6.000 enmiendas, a debatir en las seis comisiones sectoriales de las que saldrán sus posibles modificaciones.
La sostenibilidad, la España del bienestar, la igualdad en derechos y libertades, la España diversa y democrática, su papel en Europa y el mundo y el PSOE del futuro se tratarán, a puerta cerrada, en las respectivas comisiones del congreso socialista.
Antes, en la inauguración del Congreso, el secretario de Organización, Santos Cerdán, presentará el balance de gestión; habrá además intervenciones de los líderes de UGT, Pepe Álvarez, y CCOO, Unai Sordo.
Ya por la tarde intervendrán en abierto el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares; la alcaldesa de París, Anne Hidalgo; la vicesecretaria general y vicepresidenta del Gobierno, María Jesús Montero; el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero y la nueva ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen. EFE