Sin una declaración oficial del consejo directivo de la Confederación General del Trabajo (CGT) sobre la renuncia de Pablo Moyano como cotitular, quienes salieron a plantar bandera sobre la dimisión fueron el secretario Adjunto de la central obrera, Andrés Rodríguez, y el titular de la Unión Obreros de la Construcción (UOCRA), Gerardo Martínez.
Rodríguez expresó que «es lamentable la actitud de Moyano», y señaló que «no hay una CGT dialoguista y una combativa», en tanto que Martínez calificó al camionero como «un outsider, un líbero», y sostuvo: «Me parece que ahí está el problema de Pablo, que nunca tuvo a su cargo una responsabilidad de gestión y es solamente portador de un apellido».
Referente de la CGT aseguró que Pablo Moyano «no administra ni el sindicato ni la obra social»
El titular de la UOCRA, Gerardo Martínez, salió con dureza a atacar a Pablo Moyano y profundizó: «No le quiero dar un matiz político, creo que tiene que ver con una metodología propia que tiene Pablo. Tomo como referencia lo que dice Hugo, de que Pablo no firma, ni administra ni gerencia, ni el sindicato, ni la obra social».
Agregó que «él firmó una renuncia al consejo directivo, pero Camioneros y lo he hablado con Hugo Moyano, ha decidido seguir formando parte de la CGT» y descartó cualquier fractura de la central obrera, al explicar que «la renuncia de Pablo no es ningún quiebre, es una renuncia más, y Camioneros va a presentar a un reemplazante en los próximos días, no tiene más volumen político que eso».
Martínez, a quien sindican como el nexo entre la central obrera y el Gobierno, sugirió que Moyano «es funcional a todos aquellos que buscan la confrontación. Y nosotros observamos que el sindicalismo no debe ser la guardia pretoriana de nadie, el sindicalismo es una estructura sólida que representa los intereses de los trabajadores y no puede ser parte de la alquimia de algún sector político».
Sobre el supuesto acercamiento del Adjunto de Camioneros al kirchnerismo, graficó que «no tengo datos concretos, solo lo que se ve en los medios, por lo tanto, no me consta, pero conociéndolo a Pablo es fácilmente usable».
La UOCRA cuestionó al líder de Camioneros: «Una huelga no se anuncia por los medios»
En tanto, Rodríguez criticó con dureza a Pablo Moyano por anticipar la realización de un paro general en diciembre, afirmando que una huelga «no se anuncia unilateralmente a través de los medios de prensa», y sostuvo que una medida de fuerza nacional «no se puede generar en cualquier momento, hay que generar el momento oportuno y con un razonamiento lógico para aplicarla».
En esa línea, se refirió a la relación de la conducción cegetista con el Gobierno y explicó que «hay muchos motivos para conflictuar, pero vamos a instar y privilegiar una instancia de posible diálogo, ojalá dé resultados» y avisó que «nunca está agotada la instancia del conflicto».
El también titular de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) recordó que la central obrera realizó dos paros y varias movilizaciones contra el modelo libertario, subrayó que «la única que hizo algo fue la CGT» y agregó que después de una etapa confrontativa están en camino de «una posibilidad de dialogar con el gobierno».
La CGT confirmó que sigue unida: ¿qué pasará con el gremio de Camioneros?
Uno de los primeros en hablar sobre la renuncia de Pablo Moyano fue el secretario General del gremio de los Judiciales, Julio Piumato, quien a través de las redes expresó: «Pablo Moyano renunció a la General. Hugo Moyano, secretario General de Camioneros, me acaba de decir: «Camioneros no se va». La CGT sigue firme en unidad, más allá de actitudes personalistas que no responden y resientan a sus propias organizaciones sindicales».
Rodríguez, por su parte, puso su mirada sobre la situación política y económica y admitió que «no hay un clima apropiado para que una medida de fuerza pueda desarrollarse con éxito», análisis que comparte la mayoría del consejo directivo cegetista. Añadió que «indudablemente estamos en un momento donde tenemos que medir cada paso que se da».
El líder de UPCN ratificó que «no es el momento» de llevar a cabo un paro general y planteó que «incluso los sectores que estaban en conflicto, como el aeronáutico, terminaron cerrando un acuerdo, al igual que la UTA».
Como cierre, relató que «el sindicalismo puede embanderarse en una lucha sin cuartel, donde en algún momento tiene que descansar en un espacio político. En este momento es inexistente. Por eso no se puede llevar la situación a que la cuerda se corte».