Los nuevos billetes de $10.000, la actual máxima denominación, comenzaron a circular hace apenas un mes y ya se conoce la cantidad que se encuentra en poder del público y bancos hasta fines de mayo.
Desde que se lanzaron a la calle los papeles con las imágenes de Manuel Belgrano y de María Remedios del Valle, heroína de la Guerra de la Independencia, el pasado 7 de mayo hasta el día 31 del mismo período, ya se contabiliza un total de 95 millones de unidades de dicho mayor valor, según los últimos datos oficiales del Banco Central.
Es decir, en los últimos 16 días del mes pasado se emitieron 70,2 millones de billetes de $10.000, un crecimiento de 380% respecto a los 19,8 millones que se registraban hasta mitad de mayo.
Si bien esta nueva máxima denominación no llega a poder cubrir la compra de una pizza grande o de un kilo de helado artesanal, u otro consumo cotidiano para nada lujoso, sirve para aliviar la necesidad de efectivo, ya que se precisa menos cantidad de papeles para las transacciones. De hecho, quintuplica la capacidad que otorga la cifra más alta anterior, que es el $2.000.
También facilita que los cajeros automáticos se vacíen con menor rapidez, debido a que se precisan entregar menos ejemplares, por el mayor valor de este nuevo billete, al retirar efectivo.
Billete de $10.000, ayuda pero no alcanza
En resumen, en nuevo billete de máxima denominación que tiene el país, que ahora es el de $10.000, ayuda a mejorar la rapidez de las operaciones y a utilizar menos volumen de efectivo, pero su valor nominal no es suficiente para cubrir varios de los pagos corrientes.
Un ejemplo claro es que el papel con la imagen central de Manuel Belgrano representa alrededor u$s8 al tipo de cambio libre. Un monto que es considerado bajo, ya que los billetes de máxima denominación utilizados en los diferentes países de la región equivalen a un promedio de 30 dólares.
El nuevo billete de $10.000 representa apenas el 0,8% de todos el efectivo en circulación, con una cantidad de 95 millones de unidades.
El aliciente es que en los próximos meses se emitirá la denominación de $20.000, que representará unos u$s16 y mejorará más el flujo de efectivo.
Y a ello se suma la inercia de la inflación es a la baja, ya que ahora se ubica en torno al 5% mensual, por lo que el poder de compra de los pesos no se desploma con tanta rapidez.
Billete de máxima denominación
Por el momento, debido a su reciente lanzamiento, el problema principal es la poca cantidad que se encuentra en circulación de unidades de $10.000, ya que el volumen de esta cifra representa apenas el 0,8% de todos los billetes en circulación.
A ello se agrega que su valor nominal es todavía bajo, respecto a la elevada inercia inflacionaria de los últimos años.
Por ejemplo, el billete de $1.000 fue lanzado el 30 de noviembre de 2017, por lo que ajustado por la índice de precios al consumidor que hubo desde entonces hasta la actualidad, hoy equivaldría a tener una denominación de $51.300.
«El billete de $10.000 equivale a lo que debía valer el de $1.000, a datos actualizados, en febrero de 2023. A cifras de hoy, ya representa un papel de $51.311», detalla a iProfesional Andrés Méndez, director de AMF Economía.
Cabe recordar que las unidades de $1.000 son el 53,7% de todos los billetes en circulación, con 6.195 millones de ejemplares.
En tanto, el de $2.000 dedicado a la ciencia argentina hoy representa 9% del total del efectivo que circula entre el público y los bancos, con 1.042 millones de papeles.-