Suele volar en esos rincones con el combustible de la polémica, de sus comportamientos errantes, generalmente rayanos a los soez y a los insultos. Empero, Furia acaba de exhibir una faceta disímil a la habitual al abrir su corazón y sumergirse en la hondura del dolor.
La doble de riesgo habló con extrema sinceridad respecto a la muerte de sus padres, a las secuelas de esa pérdida y principalmente al modo que encontró para surfear las olas del duelo, del dolor inconmensurable e imposible de atravesar como la partida de los seres más amados.
En definitiva, Juliana Scaglione sorprendió al exhibir esta faceta poco abordada y le explicó a Bautista Mascia el método personal que halló para esa etapa tan difícil. La charla intimista se produjo en el jardín de la casa más famosa, mientras la participante regaba el césped.
En ese contexto, y en medio de una tarde fría, Furia introdujo ese tema sensible con el uruguayo al expresar: “¿Viste que yo te dije que no me deprimí cuando murieron mis viejos?”. Y luego soltó el eje medular de su tratamiento para esa angustia: “Es porque entrené”.
En la continuidad del recuerdo de ese periodo aciago, Juliana narró las reacciones de sus familiares, el modo en que transitaron la muerte de sus padres y contó: “Mis hermanos, cada uno tuvo lo suyo. Coy meditó, se hizo profesora de Reiki y todo”.
Visiblemente envuelta en un modo reflexivo, Furia iluminó su manera para canalizar la tristeza y le recomendó por experiencia personal a Bautista: “Cuando te pasan cosas feas te tenés que enfocar en algo que te lleve tiempo”.