Buenas vibraciones para Tomás Etcheverry en la antesala del Grand Slam emblema del polvo de ladrillo. Cuando quedan pocos días para el comienzo de Roland Garros, el tenista platense dio un gran paso para ganar confianza: avanzó a la final del ATP 250 de Lyon tras vencer, en una hora y media de partido, al argentino nacionalizado italiano Luciano Darderi (47°), por 6-2 y 6-4, y disputará este sábado, desde las 9.30, el partido decisivo frente al ganador del encuentro que sostendrán el francés Giovanni Mpetshi Perricard y el kazajo Aleksandr Bublik.
Fue la vencida para Etcheverry, de 24 años, que en este 2024 había quedado en dos ocasiones a las puertas de una final (cayó en semifinales en Houston y en Barcelona con los que después serían campeones, Ben Shelton y Casper Ruud, respectivamente). Esta vez lo logró ante el nacido en Villa Gesell, que representa a la bandera italiana. De esta manera, además, Etcheverry comenzará la semana de Roland Garros con un pequeño ascenso en el ranking, del puesto 29 al 27. En Roland Garros, donde debutará frente al local Arthur Cazaux (77°), defenderá los 360 puntos conseguidos por haber llegado hasta los cuartos de final en 2023.
Se trató de la victoria número 50 en el circuito (50-55) y llega a su tercera final del ATP Tour, donde buscará su primer título, luego de las derrotas en las definiciones de Santiago 2023 (ante el chileno Nicolás Jarry) y Houston 2023 (ante el estadounidense Frances Tiafoe).
Sustentado en su saque, Etcheverry gobernó el primer parcial con autoridad, consiguió dos aces y quebró en dos ocasiones para cerrar en 6-2. No fue igual el segundo capítulo, en el que Darderi ajustó su juego y emparejó el desarrollo. El más cerrado fue el octavo juego, donde el platense estuvo acorralado con su saque, pero salió airoso después de tres riesgos de quiebre. Ese golpe le sirvió de envión a Etcheverry y claramente actuó como un doloroso impacto anímico para Darderi, que perdió su saque en el juego siguiente. El nacionalizado italiano se fue al descanso furioso por las oportunidades perdidas y a Etcheverry le quedó servido el partido.
El saque fue clave: 8 aces y un altísimo porcentaje de puntos ganados con su primer servicio. Además, aprovechó tres de las seis posibilidades de quiebre con las que contó; todo lo contrario de Darderi, que no usufructuó ninguna de las tres chances que tuvo.
“Estoy muy feliz de haber llegado a la final. Francia es especial para mí. Afortundamente pude jugar bien y espero hacerlo también mañana. Me siento muy cómodo de jugar aquí, la semana que viene es Roland Garros, mi torneo favorito. Ojalá pueda seguir en este nivel y mejorarlo”, afirmó Tomás aún en la cancha, no bien finalizado el partido, y terminó con una sonrisa cuando en lugar de inglés terminó contestando en español.
Luego, más tranquilo, analizó el encuentro: “Fue un gran partido. Traté de estar siempre tranquilo, creo que era la manera de sacar mi mejor tenis. Tuve complicaciones en el segundo set, tuve un game complicado con mi saque en el que él tuvo muchas chances y por suerte pude seguir en el partido, bien firme. Mañana, una final: voy a tratar de ir con todo, ojalá que pueda ganarla, estoy demostrando un nivel alto, cualquiera de los dos rivales son buenos sacadores”.
LA NACION