La política monetaria y cambiaria del Banco Central nos lleva a pensar que estamos próximos a una nueva baja de tasas en la economía. La tasa implícita del dólar futuro como promedio de todas las posiciones abiertas se ubica en el 57,7% anual, lo que presagia una baja de la tasa de política monetaria que hoy se ubica en el 80% anual, y una tasa de plazo fijo que se ubica en el 70% anual, cuyo precio se obtiene libremente en el mercado.
Una baja de tasas ayudaría mucho a seguir licuando los pasivos monetarios remunerados del Banco Central. Deberíamos decir que es una prioridad, ya que la devaluación del peso es del 2,0% mensual, versus una tasa de política monetaria que corre a una velocidad del 6,67% mensual.
El gobierno no muestra ninguna preocupación por el precio del tipo de cambio, está cómodo con un tipo de cambio mayorista en $862,75, si a este valor le aplicamos el impuesto país del 17,5% nos da un dólar importador de $1.013,7 que si lo comparamos con un dólar MEP que se ubica en $ 996,3 y un dólar CCL que se ubica en $1.057 nos muestra que la brecha no existe.
Si comparamos el dólar mayorista de $862,75 con el dólar exportador que se forma combinando un 80% de este dólar y un 20% del dólar CCL llegamos a un precio del dólar de exportación de $901,6, en este caso dicho valor se ubica por debajo del dólar MEP y CCL. Parecerá que hay espacio para que sigan a la baja.
En la actualidad estamos en la ventana de cosecha de maíz, que tiene una retención del 12%, el dólar maíz se ubica en $793,4, este valor surge de tomar el dólar exportador y restarle las retenciones. En esta ventana esperamos una cosecha de 20 millones de toneladas, de las cuales podrían exportarse entre abril y mayo unos 5,8 millones de toneladas.
El gobierno no muestra ninguna preocupación por el precio del tipo de cambio
En breve se abre la ventana de cosecha de la soja, consideramos que entre el mes de abril y mayo podrían exportarse unos 5 millones de toneladas, que podrían ser muchas más de acuerdo al proceso decisorio que adopte el hombre de campo. El dólar soja se ubica en $604 y esto es lo que más afecta la decisión de venta, ya que la brecha contra el dólar importador de $1.013,7 es muy elevada. Recordemos que la cosecha de soja podría superar los 50 millones de toneladas, y es muy poca la mercadería comprometida a vender en la actualidad.
Observando el dólar soja y maíz, podríamos decir que se mejoraría mucho la venta de mercadería al exterior si el dólar sería más elevado, pero esa es una decisión que no está escrita en la partitura oficial. Veremos que sucede en las próximas ruedas.
Las reservas no paran de crecer, se ubican en la actualidad en los u$s28.763 millones, no descartamos que en el mes de abril superen holgadamente los u$s30.000 millones, teniendo en cuenta que hay un pago de amortización al FMI que rondaría los u$s1.923 millones.
Para el mes de abril esperamos que el Congreso apruebe las primeras leyes fundamentales para el plan económico del gobierno, que de esta forma puedan destrabar créditos internacionales que apuntalen las reservas, y posibiliten una mayor desregulación de la economía, la llegada del blanqueo de capitales podría dinamizar la inversión.
En qué invertir ante una posible baja de tasas
Si miramos la cotización de los bonos soberanos, el AL29 se ubica en u$s58,50 y AL30 en u$s56,90 con tasas de retorno del 22,8% y 21,8% anual. Si ambos títulos superan la barrera de los u$s60, la Argentina podría animarse a una operación de afincamiento contra entrega de bonos como garantía, esto podría ser muy bueno para las reservas.
El Gobierno tiene tres grandes problemas pendientes: la deuda energética, las importaciones y los pases remunerados del Banco Central. Esto es una espada de Damocles sobre el Gobierno. Mientras estudia cómo resolver estos problemas, estaría logrando 3 meses consecutivos de superávit fiscal, inflación en descenso y suba de reservas, lo que generaría un mejor clima para los mercados.
Los bonos emitidos por el Banco Central como Bopreal 1 y 2 dejaron enormes ganancias a los que los adquirieron cuando llegaron al mercado. En la actualidad, el bono Bopreal 3 que cotiza bajo la sigla BPY26 cotiza a u$s81,30, vence el 31 de mayo del año 2026 y tiene una tasa de retorno del 17,5% anual. Es una tasa más elevada que el bono soberano AL35, que vale u$s47,70 y tiene una tasa de retorno del 16,5% anual.
También supera holgadamente los rendimientos de las Obligaciones negociables que en la mayoría de los casos se ubican en un dígito.
Resulta altamente probable que el Gobierno baje la tasa de política monetaria del 80% al 70% anual, si ello ocurre los principales beneficiados serán los bonos en pesos ajustados por inflación, ya que mejora el costo de oportunidad de invertir en estos títulos, dado que la inflación sigue siendo elevada, y la tasa está en un recorrido descendente.
El Gobierno no tiene en la mira cambiar su política cambiaria, con lo cual no vemos en el horizonte una suba del dólar mayorista, los dólares alternativos siguen ofrecidos y con el paso del tiempo pierden poder adquisitivo. Sería más saludable pasar de dólares líquidos a otros activos, pero en la argentina el amor por el dólar lo puede todo, se guarda dólares a pesar de perder dinero.
En los últimos 12 meses, el dólar mayorista aumento el 310,3%, la inflación (especulando que en marzo la inflación sea del 10%) se ubicaría en el 284,2% anual, y el dólar CCL subió el 167,1% anual. Claramente, el dólar billete fue el más perdedor, frente a muchas otras alternativas de inversión.
El Gobierno no devalúa, por más que se derramen litros de tinta diciendo que la Argentina está cara en dólares o el tipo de cambio está atrasado. Pronto el país podría mejorar su calificación, y el acuerdo con el FMI está más cerca de lo que muchos creen. El escenario es el mejor para el mercado de capitales.