En medio de las fuertes tormentas que este martes se registraron en distintos sectores del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) un gimnasio ubicado en Claypole, en la zona sur del conurbano bonaerense, sufrió la voladura del techo y las paredes y quedó prácticamente destruido por los efectos del agua y el viento.
El episodio ocurrió alrededor de las 18, cuando la lluvia se desató con intensidad, en un local ubicado en la esquina de la calle Cabral y la avenida Monteverde, en la localidad perteneciente al partido de Almirante Brown. Si bien trascendió que algunas personas habrían resultado heridas, tanto el parte policial como los dueños del espacio confirmaron que no hubo víctimas.
De acuerdo al reporte de la comisaría 6° “se desmoronó el techo del lugar, el cual se encontraba sin ocupantes”. En tanto, informaron, a la espera del personal del cuartel de bomberos y del área de Defensa Civil de la comuna, los efectivos policiales se reunieron con los propietarios de centro deportivo.
“Se nos voló el techo, paredes y demás de nuestra sede Monteverde. La única buena noticia es que no hay heridos. Agradecemos a quienes están consultando y les pedimos que estén tranquilos. Pronto comunicaremos más novedades”, escribieron en la cuenta de Instagram de “Sport Dance”.
Los destrozos en el gimnasio sucedieron en medio de una jornada atravesada por un fuerte temporal, donde hubo caídas de árboles y calles anegadas en cuestión de minutos debido a la gran cantidad de lluvia caída.
En ese sentido, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) había emitido un alerta amarilla para este jueves por tormentas fuertes “con posible caída de granizo y ráfagas fuertes”.
De acuerdo a los datos del organismo, en las últimas horas, una gran supercelda avanzó en dirección a la provincia de Buenos Aires. Por eso, los meteorólogos no descartaban la posibilidad de que el fenómeno alcanzara al sur y sudoeste del Gran Buenos Aires junto con la zona sur de la Capital Federal.
La supercelda es una tormenta con una única ascendente principal. Se caracteriza por manifestarse a través de núcleos de precipitación de larga vida y rotantes, que tiene tiempo de vida de varias horas. Asimismo, son frecuentemente capaces de producir granizo grande, vientos fuertes y tornados.
LA NACION