Gracias a un gran trabajo llevado a cabo por especialistas del Centro para el Estudio y Conservación de las Aves Rapaces en Argentina (CECARA), la provincia de Santa Fe se ha convertido en una de las principales zonas de estudio del águila coronada, especie que se encuentra en peligro de extinción debido no solo a su baja tasa de reproducción, sino, fundamentalmente, a su caza indiscriminada por parte del ser humano.
Conocida popularmente como Aguila del Chaco, según datos oficiales, actualmente hay apenas cerca de unos 1.000 ejemplares adultos que habitan en el área comprendida por el sur de Brasil, Paraguay, parte de Bolivia y varias provincias argentinas.
Cabe resaltar que esta especie de ave pone un sólo huevo por año, en tanto que la tasa de supervivencia de los juveniles, que tardan entre 4 y 5 años en alcanzar la madurez sexual, es de apenas un 30%.
Con el fin no solo de evitar que terminen extinguiéndose por completo, sino que puedan vivir en libertad y reproducirse para incrementar su bajísima población, el trabajo de los especialistas del CECARA consiste en detectar nidos con pichones y colocarles un transmisor GPS para, posteriormente, hacerles un seguimiento por geolocalización.
Esto se complementa con la colocación de cámaras en los nidos que permiten tener información más precisa como, por ejemplo, de qué se alimentan, al tiempo que también son sometidos a análisis genéticos, con muestras de sangre o de las plumas que recolectan debajo del nido, para intentar saber si hay parejas que crían en distintas zonas.
Por su parte, la difusión de la especie en las comunidades rurales es otra de las principales claves para evitar que el águila coronada sea atacada y para que las personas la aprecien y ayuden a cuidarlas aportando datos Gracias a estos valiosos y arduos trabajos, el 30 de enero de este año, en la localidad de Villa Minetti, los especialistas lograron identificar a un nuevo pichón, con la enorme importancia que ello conlleva para la especie y su trabajo.
Además, en base a datos de nidos y datos de electrocución obtenidos en distintos puntos de Santa Fe también lograron determinar áreas donde priorizar la prevención en los tendidos, para lo cual hicieron contacto tanto con la Empresa Provincial de la Energía (EPE) como con otras instituciones públicas, productores, investigadores y las fuerzas de seguridad para analizar la situación actual y desarrollar planes en conjunto.
“En Santa Fe tuvimos gran éxito en poco tiempo, lo que nos permitió detectar 15 territorios reproductivos y contar con 14 águilas marcadas”, comentó José Sarasola, director del CECARA, en diálogo con El Litoral.
«Empiezan a aparecer águilas heridas como prueba de que los pobladores avisan al verlas porque hay conciencia del problema y la gente está atenta y cada vez se habla más de la cuestión. Nuestro objetivo es que el aguila coronada no solo se extinga, sino que se reproduzca cada vez más para que los santafesinos podamos seguir disfrutando de esta especie que fue declarada Monumento Provincial”, concluyó el especialista.