24 de diciembre de 2023 – 16:37
Si algo deja este 2023 en el plano policial es una nueva modalidad de robos. El llamado «escruche«, otro estilo de robos a viviendas particulares en ausencia de sus propietarios, se conocieron en Mendoza meses atrás y ahora una banda que acumulaba un sinfín de hechos fue capturada por la Policía.
Fue al cabo de un cinematográfico operativo que incluyó un seguimiento, persecución, huida y un final feliz. Aunque no tanto para los malvivientes, que habían hecho su modus operandi del escruche, un tipo de robo que habitualmente arrasa con todo lo que pueden encontrar en una vivienda.
El desenlace empezó a gestarse como parte de la tarea de personal de la División Robos y Hurtos de la división de Investigaciones, a partir de una serie de robos a viviendas cometidos en distintos puntos de Luján, sobre todo en Chacras de Coria y la Puntilla.
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Pero hubo un caso que fue el disparador del accionar policial que terminaría al desbaratar a la banda. Sucede que el viernes 22 sujetos no identificados habían ingresado a un domicilio en ausencia de sus dueños, para darse a la fuga en un Citroen C 4 Aircross de color blanco.
Fue este vehículo el primer dato para dar con la organización. Es que cámaras de seguridad callejera ya habían registrado imágenes en donde el mismo Citroen, con patente de Córdoba, aparecía en otras escenas de un delito similar.
A ello se sumó otro dato: los vecinos de Chacras lo habían visto pasar varias veces en los últimos días. Y aunque una serie de patrullajes para dar con los miembros de la banda no tuvieron resultado, aunque haberlos detectado tras una entradera en el barrio El Huerto iba a ser el principio del fin.
Robaron, huyeron y los pescaron
Ese dato llevó a la policía a seguirlos rumbo a la Ciudad de Mendoza. Fue en el cruce de Pedro Molina y 25 de Mayo donde divisaron al vehículo a la espera del semáforo verde rumbo al este. Bastó que interceptaran a los ocupantes para que se iniciara una fuga y la persecución.
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El Citroen inició una huida frenética, por Pedro Molina hasta tomar a contramano Avenida España hacia el sur y luego 9 de Julio. Todo fue a tal velocidad que el conductor del auto perdió el control y terminaron estrellándose contra una casa ubicada sobre la misma calle e Yrigoyen.
En ese momento, los 4 integrantes de la banda optaron por bajarse y seguir a pie. Tres de ellos ingresan en la conocida Parroquia San Agustín, mientras el restante miembro de la banda sigue por su cuenta por 9 de julio al norte, pero un cerrojo policial da resultados finalmente con la captura de todos los malvivientes.
Quiénes son y su «hoja de ruta»
Los detenidos son Marcos Sosa de 31 años, Martín Avila (25), Ezequiel Campos (31), todos cordobeses, junto a Juan Sanchez de 24, oriundo de La Rioja. Al parecer, la banda venía de cometer el mismo tipo de ilícito en varias propiedades en San Juan según un informe policial de la provincia vecina.
Su «currículum» delictivo en Mendoza es vasto en el último tiempo. De hecho, de acuerdo al trabajo de la división Investigaciones confirma que realizaron un auténtico raid entre barrios privados de distintos departamentos, como Guaymallén y Luján.
El primero fue un robo perpetrado en setiembre en una vivienda del barrio Jardines de Estada, de Guaymallén, de donde se llevaron dinero, relojes y perfumes, entre otras pertenencias.
A partir de ese hecho, siguieron con al menos otros 3 en Luján. Un hecho similar protagonizaron en otra casa sobre calle Alzaga en octubre, haciéndose de una pulsera y monedas de oro, además de camperas y dinero.
Un mes después, la ruta del ilícito los llevó a sustraer plata en efectivo de un domicilio de calle Gutemberg, del mismo departamento. Pero diciembre ha sido, hasta ahora, el más fructífero para su accionar, con 3 robos de forma consecutiva.
Primero, con armas de fuego y dinero robados tras ingresar a una vivienda de calle Pueyrredon; seguidamente, al ingresar al barrio La Campiña anillos de oro, dólares, collares de perlas e indumentaria fue la «cosecha» sin contar el último por el que fueron detectados, en Chacras de Coria.
En general, de acuerdo a lo observado por personal policial, hay un hilo conductor: hacerse de elementos que son fáciles de reducir en el mercado negro.