Cuando se abre el perfil de Delfín Castedo (56) en la red social Facebook, lo primero que aparece no es su cara (que sí está, más pequeña, en el costado izquierdo). La imagen que inunda la pantalla es la Joseph Goebbels, ministro de Propaganda de Adolf Hitler, y su histórico lema: «Miente, miente, miente que algo quedará. Cuanto más grande sea la mentira, más gente la creerá«.
La frase fue elegida con cuidado. En las redes, Castedo niega una y otra vez todos los cargos que la Justicia le hace y por los que fue detenido en 2016 tras permanecer 10 años prófugo. También apunta los medios y los acusa de mentir.
Dos de las acusaciones más importantes contra Delfín Castedo son haberse convertido en el traficante que más cocaína movió por el país en los últimos 20 años y también haber mandado acuchillar a Liliana Ledesma, una pequeña productora rural salteña que había denunciado su monopolio en los caminos de la frontera con Bolivia.
Aunque ya hace años que Castedo y su histórico abogado, Mariano Álvarez, vienen batallando por los expedientes, esta semana será particularmente movida para ellos. «Son dos juicios que están llegando a la etapa final. Pero en ninguno de los dos se mostraron pruebas contra mi cliente que, por otro lado, no tiene ninguna condena por narcotráfico», sostuvo Álvarez a Clarín.
Por un lado, este martes, en los tribunales federales de La Plata, comenzarán los alegatos del juicio en el que Delfín Castedo y su cuñado (esposo de su hermana), Mario Morfulis (54), están acusado de ser los proveedores de 120 kilos de cocaína que, en septiembre de 2022, fueron secuestrados dentro de una camioneta Toyota Hilux estacionada en un garaje subterráneo de la Avenida 9 de Julio.
Delfín Castedo, cuando cayó detenido.Por otro lado, el miércoles tanto Delfín como su hermano Raúl (41), alias «Ula», declararán en indagatoria ante el Tribunal Federal de Orán por el crimen de Liliana Ledesma (37). En ambas oportunidades, los Castedo estarán en las audiencias de forma virtual, vía Zoom. Los dos están presos en el Módulo 6 del Complejo Penitenciario I de Ezeiza. No los mueven de ahí por temor a que intenten rescatarlos.
Tanto Delfín como «Ula», ya tienen una condena en la Argentina. En diciembre de 2021 -luego de un año de debate-, el Tribunal Oral Federal de Salta le impuso 16 años de prisión al primero y 9 al segundo. El delito fue integrar una asociación ilícita dedicada al narcotráfico y el lavado de dinero. Por eso, la defensa argumenta que no se los condenó directamente por «narcos».
Fondo blanco
Ciento doce kilos de cocaína de máxima pureza (92,4%, según las pericias). Un fin de semana de elecciones legislativas que disimuló el movimiento de los narcos. Una banda de colombianos afincados en barrios de lujo y un pastor evangélico que los guiaba espiritual y financieramente.
Eso es sólo parte de lo que fue, a fines de octubre de 2013, el «Operativo Luis XVI» (también conocido como «Fondo Blanco»), una causa iniciada en la Justicia Federal de Lomas de Zamora, con participación de la Bonaerense, la Federal y un Sergio Berni empoderado como segundo del Ministerio de Seguridad de la Nación.
Los hermanos Raúl «Ula» y Delfín Castedo, capos narcos de Salta, en el juicio por mandar a matar a una pequeña productora rural.Como proveedor de la droga, terminó detenido en 2019 Delfín Castedo, tal vez el más grande mayorista de cocaína del país. Un ejemplo: siempre se sospechó que él había estado detrás de las toneladas de cocaína secuestradas en el operativo «Carbón Blanco». Por ese caso fue condenado el narcoabogado Carlos Salvatore (fallecido en 2018), que había sido defensor de Castedo en diferentes causas judiciales.
La droga de «Fondo Blanco» había sido comprada a productores peruanos y bajada primero a Bolivia. De allí pasó a la provincia de Salta, donde fue cargada en la Hilux que secuestró la Policía en pleno microcentro porteño, en el garaje subterráneo con entrada en Cerrito y Paraguay. Se cree que el plan era llevarla a Europa y Oceanía.
Carlos Salvatore murió en 2018.La mitad del juicio que ahora está entrando en su etapa final trata del contrabando de la cocaína y la otra mitad del lavado de dinero que se hizo con el dinero obtenido del narcotráfico. Cada una tiene sus acusados que, en total, son 17.
Por el contrabando de drogas están acusados, entre otros, Delfín Castedo, su cuñado Mario Morfulis y el hijo, Oscar Matías Morfulis. Para el defensor de Delfín, «él solo está en este juicio por su parentesco con Morfulis. No hay ni una prueba en su contra«.
Por el mismo delito llegan procesados los colombianos Andrés Sánchez Gálvez, estudiante de aviación y políglota (habla inglés, francés y mandarín), John Hamilton Rojas Núñez (conocido como «El Piloto») y Blanca Irene Rojas Núñez.
Por el delito de lavado de dinero, entre otros, está el pastor evangélico David Acevedo Muñoz, la madre de los Grajales, Mariela Grajales Gómez, y dos de sus hijos (John Eduard y Reymond Antony), y el matrimonio de Jesús Antonio Yepez Gaviria y Claudia Natalia Arias Celis, vecinos del barrio Los Castores, de Nordelta. Ambos son el principal vínculo con el arquitecto Walter Mosca, procesado por el caso con sus socios pero aún esperando la etapa de juicio.
El homicidio de Liliana Ledesma
Liliana Ledesma fue asesinada a puñaladas sobre un precario puente en Salvador Mazza (Salta) el 21 de septiembre de 2006. Para la acusación, los Castedo fueron quienes ordenaron el homicidio.
En el caso ya hubo cuatro condenas a prisión perpetua para los autores materiales. El fallo se dictó en 2010 contra Casimiro «Nene» Torres, Lino Ademar «El Chaqueño» Moreno, Aníbal Tárraga y María Gabriela Aparicio. Esta última era la hermana del diputado provincial Ernesto Aparicio que, hasta su muerte en 2013, fue el principal socio de los Castedo.
Una de las marchas en reclamo de justicia por Liliana Ledesma.Ese fallo de 2010 volvió a ser noticia hace pocas semanas porque uno de los condenados de entonces, Lino «El Chaqueño» Moreno, se fugó luego de no regresar de una salida transitoria autorizada por la Justicia.
La historia oficial del Servicio Penitenciario de Salta dice que, la tardecita del pasado domingo 18 de junio, se presentó en la Unidad N° 3 de Orán Reynaldo Ruiz. El hombre informó que su sobrino, Lino Ademar Moreno (42), se había ido de su casa de la calle Dorrego a las 11 de la mañana y no había regresado. El señor -tutor legal de su sobrino- entregó la mochila de su pariente, pegó media vuelta y se fue.
La huida fue oficializada muchas semanas después de ocurrida, sumando un episodio sospechoso más a la historia de la causa Ledesma. De hecho, el juicio se suspendió siete veces.
Los especialistas en narcotráfico no dudan: Delfín Castedo es uno de los mayores narcotraficantes de la Argentina y, como otros capos, su poder sigue vigente tras las rejas. Su clan fue y es de temer.
EMJ