Corrían 23 minutos del primer tiempo y Boca todavía no había atacado en el Allianz Parque de San Pablo, por la revancha de la segunda semifinal de la Copa Libertadores.
Dominaba Palmeiras, con su juego cansino y poco brasileño. Le bastaba para exigir al inmenso Sergio Romero, que se había revolcado un par de veces para mostrar su seguridad y sostener el cero en el marcador.
Nada pasaba, se insiste, hasta que Miguel Merentiel recibió la pelota con el lateral izquierdo. Ex ex Defensa y Justicia, que llegó a Boca a préstamo de Palmeiras, aceleró y se llevó a la rastra al paraguayo Gustavo Gómez.
Merentiel puso segunda, tercera, cuarta y quinta hasta dejar atrás al ex Lanús y llegar sin presión a la línea de fondo. La Bestia levantó la cabeza y encontró a Edinson Cavani, que entraba por el medio. Centro rasante de derecha y el uruguayo, que llevaba ocho partidos sin anotar, empujó la pelota al fondo del arco de Weverton. Golazo.
Es el segundo gol de Cavani desde que llegó a Boca. No se le dio en el Superclásico contra River, pero si pudo desahogarse en San Pablo para encauzar la clasificación de Boca a la final de la Libertadores que se jugará el 4 de noviembre en el Maracaná.
Fue, además, el primer gol de Boca luego de 336 minutos de sequía en la Copa Libertadores. No anotaba desde la vuelta de los octavos de final en el 2-2 contra Nacional de Montevideo que se definió en los penales.