Agricultores argentinos temen que este alza sea solo el comienzo
Jonathan Gilbert
Puede que el incremento de impuestos a la exportación con el nuevo gobierno de Argentina no cambie los planes de siembra de la poderosa nación agrÃcola por ahora. Pero muchos agricultores temen que este sea solo el primero de varios incrementos bajo el presidente Alberto Fernández.
Apenas cinco dÃas después de asumir el cargo, Fernández aumentó los impuestos a los envÃos de soja, harina de soja y aceite de la semilla oleaginosa a alrededor del 24,5%. Los envÃos de maÃz y trigo pagarán una tasa del 12%, frente al 6,5% previamente. Argentina es el mayor exportador de harina de soja utilizada para alimentación animal y aceite de soja para cocinar.
La rápida medida de Fernández -que la mayorÃa de los agricultores ya habÃan anticipado- ha infundido el pánico ante posibles nuevos aumentos.
Aunque Fernández quiere estimular las exportaciones a fin de generar los dólares necesarios para reanimar la economÃa y pagar las deudas, a los productores les preocupa que prevalezcan las actitudes hostiles hacia la agricultura, prevalentes entre algunos funcionarios de su coalición peronista.
âEl problema es que este sea el comienzo de un conceptoâ, dijo Santiago Fernández de Maussion, agricultor en la provincia de Córdoba. âNo sé si las tasas se mantendrán donde estánâ.
Si bien algunos lÃderes agrÃcolas expresaron su enojo por la medida el lunes y advirtieron que la producción en el cinturón de cultivos de la Pampa podrÃa reducirse, las nuevas tasas son ligeramente más altas que en septiembre del año pasado. Fue entonces cuando el exlÃder Mauricio Macri, un defensor de los mercados libres, recurrió a la subida de impuestos a la exportación para frenar el déficit fiscal bajo la presión del Fondo Monetario Internacional.
En consecuencia, el patrón de siembra de los últimos años, con cosechas récord de maÃz y trigo, y cosechas de soja excelentes, no cambiará, dijo Eugenio Irazuegui, jefe de análisis en la corredurÃa de granos Enrique Zeni. âSi estas tasas se mantienen, no habrá grandes cambiosâ, dijo Irazuegui por teléfono desde Rosario.
La preocupación para los agricultores era que los impuestos a las exportaciones de maÃz y trigo volvieran a niveles de al menos un 20% de principios de esta década, reduciendo los márgenes de beneficios de esos granos y obligándolos a plantar soja más barata.
Pero las tasas establecidas en el fin de semana no ponen en peligro las secuencias de rotación en la Pampa por ahora. âNo es tan malo como podrÃa haber sidoâ, dijo Juan Ouwerkerk, presidente de Alfa, una cooperativa agrÃcola en el sur de la provincia de Buenos Aires. âLa rotación de cultivos deberÃa mantenerse estableâ.
En cualquier caso, los efectos en la siembra no se verÃan hasta el próximo año debido a que el trigo de esta temporada ya se está cosechando. Y es demasiado tarde para revertir los planes para la soja y el maÃz, que se están sembrando.
Sin embargo, los productores que anticiparon el alza ya han comercializado una gran proporción de esos cultivos, por lo que podrÃa haber un impacto en los mercados mundiales de granos debido a la ralentización considerable de las ventas, lo que genera preocupación por los suministros argentinos, dijo Jacob Christy, operador de Andersons Inc., en un vÃdeo publicado por internet.