En fotos. Entramos al divertido cumpleaños de la China Suárez
Llegó maquillada, peinada y vestida de negro. Al rato, ya en Tinta -el bar y restaurante de Palermo en el que eligió celebrar sus 27 años-,
Eugenia Suárez
se cambió de pies a cabeza:
optó por un look
total white que hasta incluyó galera. Entonces estaba lista para seguir festejando.
La China dejó toda la organización en manos de Noe y Loli de Azares Eventos y ellas supieron cumplirle todos sus deseos a la perfección. Por pedido de la cumpleañera,
la inspiración de la fiesta
fue leopardo y glitter. Cerca de cien invitados
-su hija
Rufina y Bautista, Beltrán y Benicio, los herederos de su pareja Benjamín Vicuña, también fueron de la partida-disfrutaron de un tapeo como entrada que incluyó empanaditas de espinaca, gorgonzola y champignones, hamburguesa de ojo de bife con relish de pepino, queso fontina y panceta y papas fritas con escamas de sal marina, paprika y ketchup casero especiado. Como principales hubo lasagna de portobellos asados, queso cuartirolo y espinaca con tomates confitados y salmón rosado, cuscús con vegetales y pesto.
Los más chicos
(Adrián Suar también fue con su hija Margarita) se
quedaron hasta las 11 de la noche. En la selección de la música a cargo del DJ Tati García Juanicó, del grupo Sarapura, hubo -por expreso pedido de la cumpleañera- temas de Paulo Londra, Rosalía y mucho reggaetón.
Divertida y dispuesta a pasarla bien, la China se subió a la barra del lugar y bailó “en las alturas” mientras algunos de los invitados le sacaban fotos y la filmaban
con sus celulares. Después llegó la hora de los postres: helado, merengata con helado, frutillas y frutos rojos y flan con crema de almendras. ¿Infaltable?
Una
mesa repleta de chocolates, la perdición
de la anfitriona. Luego de la torta, que también siguió la consigna leopardo y glitter, todos saltaron a la pista.
Benjamín
y la China demostraron que además de llevarse muy bien en el amor también se entienden a la perfección como pareja
de baile. Para los invitados que querían darle un toque divertido a su look había maquilladoras que les hacían
diseños
con piedras y glitter en la cara, algo que podían sumar al cotillón y a las gorras que llevaban las inscripciones “Made in China” y “De acá a la China”.
El fin de fiesta fue con variedad de pizzas (pomodoro y albahaca, cebolla caramelizada y rúcula y jamón crudo, parmesano y portobellos asado).
La China y Benjamín fueron de los últimos en irse a casa cerca de las 4.30 de la madrugada. Ella tuvo la noche que había soñado y él fue
el mejor compañero. Ahora, por delante, les queda organizar su casamiento, un gran capítulo -que según aseguraron recientemente- será escrito recién cuando terminen de grabar Argentina, tierra de amor y venganza, la novela que los tiene como protagonistas.
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